—Sí.
Y en ese momento, unió nuestros labios en un largo y pasional beso. Pude sentir la mirada de todos, pero no me importó... no ahora.
—Hay niños en la sala —escuché a Georg.
—Quisiera que hubiese niños en otra parte —susurro Tom al terminar el beso haciéndome abrir mis ojos.
Él me sonrió para después abrazarme. Miré a Ana la cual limpiaba varias lágrimas con una servilleta que Gustav le había pasado.
Tom me puso el anillo con cuidado y me quedaba a la perfección, tape mi boca y Rousse también lloraba viendo el precioso anillo.—Quizá no me toco cuidar un cachorro, pero tuve que mantener mi boca cerrada durante dos meses enteros —escuché a Bill.
Miré a Tom sorprendida.
—¿Dos meses?
—Yo... tenía miedo de volver a perderte.
La mirada de Tom era muy frágil. Hice un puchero y fui a abrazarlo, para después besar su mejilla.
***
Esa misma noche al estar en la sala de mi piso, porque seguía sin poder estar en casa de mi madre. Nos encontrábamos jugando con el pequeño "Simba." Tom había elegido el nombre.
—Voy a casarme...
Escuché susurrar a Tom. Vi como se abrazaba a Simba y ambos me miraban.
—Voy a casarme con la pequeña Emms —dijo sonriéndome.
—Tom... —dije sonriéndole y se acercó a mi.
Me beso tiernamente y después sentí como alguien más empezaba a lamernos las caras. Al separarnos vimos a Simba algo celoso marcando su territorio al morderme las manos para que me alejará de Tom.
—Bien, bien. Es todo tuyo —me puse de pie y camine hasta la cocina.
—¿Cómo te gustaría que fuese la boda?
Su pregunta me tomó por sorpresa. Saqué una botella de agua y la serví en el plato que Georg había comprado para Simba, el cual llegó muy contento a tomarla.
Tom se encontraba enfrente de mi, al acercarse posicionó sus manos en mi cintura y yo le rodee el cuello con las mías.—Me gustaría algo diferente...
—¿Diferente?
—Podría ser en New York Public Library...
—Alguien ha visto mucho Sex And The City —me sonrió.
—Pase mucho tiempo soltera. Tenía que distraerme en algo, podría utilizar mis influencias como Carrie y obtener un lindo vestido —acaricie su barba.
—Entonces en New York...
—Me encantaría, quitando la parte en donde Mr. Big la deja plantada y yo tuviese que pasar mi luna de miel sola en México embriagandome con Rousse y Ana —toque su nariz.
Tom sonrió y negó aún con una gran sonrisa.
—Eres todo un caso Emma Kaulitz.