Grey & House

20. Tal vez si fue una mala idea.

Quién diría que a Alex y Cristina se les ocurriría el mismo plan, bueno, no el mismo como tal, pero sí la idea de llegar a Seattle. Cristina con tal de repetir los pasos de Meredith, y Alex con la intención de hacer los exámenes y pedir consulta con los médicos de allá.

Cristina y su equipo de "Angelicales" ya se encontraban en el avión, todo listo para ir a una nueva aventura, bueno, nueva para Chesse y Foreman, ya que ellos nunca habían ido al hospital Grey-Slone. Y se preguntaban si en verdad la "Nazzi" era tan mala como decían.

-Concéntrense, idiotas- dijo Cristina, quien miraba por la ventana, que  quería verse fuerte, empoderada, y segura de sí misma como siempre. Tenía miedo de que  lo  que hicieran no funcionara.

Estando en el avión, todo transcurría con normalidad, hasta que pasaron sirviendo la comida, porque hubo un pequeño problema y era que Wilson iba "Encubierto" totalmente cubierto, lentes oscuros, abrigo largo, bigote falso, era tan llamativo que la tripulación del avión tenía miedo de que Wilson fuera un atacante.

-Señor, ya le dije que necesito que se quite los lentes- mencionó la aeromoza, que tenía miedo de que debajo de esos grandes lentes hubiera el rostro de un terrible criminal. -Para que- Contesto Wilson. -Si aquí está mi pasaporte, pueden ver la foto.

-Señor, no lo repetiré, por favor quítese los lentes. La voz de ambos se empezó a elevar, y la gente que estaba delante de ellos se levantaron y voltearon a ver de dónde venía todo ese escándalo.

-Ya, ya, ya- gritó Wilson, que no tuvo más opción que quitarse el disfraz que llevaba puesto.

Sorpresa no solo para él y la tripulación, sino también para el equipo de "Angelicales" que justamente iban en ese avión.

-No puede ser- dijo Chase, mientras se sentaba otra vez en su asiento -¿Qué, qué pasa?- preguntó Jo. -Es Wilson-dijo Chase. -¿Wilson?- Contestó Foreman, que se despertó de su pequeña siesta.

-¿Qué pasa?- preguntó Jo, -¿Qué tiene de malo  que el doctor Wilson esté en este avión?

Foreman y Chase la voltearon a ver, y ambos casi al unísono le dijeron: -Wilson es la perra de House.

Después de decirlo, Forman tuvo que aclarar la situación, porque así como lo lanzó pareciera que literalmente Wilson hace todo lo que hace House sin poner oposición.

Cosa que no es totalmente mentira, ya que Wilson siempre quiere complacer a House y mantener viva su amistad, aunque aquí no es el caso. Wilson va en ese avión por órdenes de Cuddy, quien al analizar el macabro juego de House, tuvo que decidir qué equipo sería el más loco o estúpido. Y llego a la conclusión de que Cristina Yang por sí solo era una bomba de tiempo.

-No podremos seguir- murmuró Foreman, -¿Por qué? -preguntó Cristina, quien al parecer estaba tan envuelta en sus pensamientos que apenas se estaba enterando de la situación.

-Hosué mandó a su perra a seguirnos- contestó Jo, -Alto, alto, alto. -Claro que podemos seguir- respondió Cristina. Todos la voltearon a ver, -Es obvio, no lo entienden, el doctor Wilson no tiene idea de que ya sabemos que está aquí, y si así fuera, lo usaremos a nuestro favor. Dándole pistas falsas, llevándolo a otros lugares.

Wilson, mientras tanto, pensaba en cómo decirle a Cuddy que había fracasado otra vez en su misión.