En un planeta abismal, crecieron dos corazones apasionados, nacieron y florecieron en su vida, como cada rosa roja. Corazones que podían estar destinados, aún sin conocerse creían en el amor verdadero. En un lugar casual, se encontraron. Uno tenía iniciativa, y esperanza de conocerlo. Pues mostraba mucha confianza, estos corazones se fueron entrelazando, y floreciendo en constante baile.
En el fondo de estos dos corazones, florecían pequeñas llamas ardientes. En cada momento especial, crecían con encanto y dulzura. Con la unión de estos dos seres, se creo una llama a nunca apagar. Tan intensa que vislumbraba un futuro inquebrantable.
Sin embargo, la tormenta los debilitó, un corazón continuaba luchando, habían jurado nunca marcharse, el tiempo fue muy cruel, dejándolos confusos. La llama perdía esencia, y los corazones dulzura. La tormenta se desvaneció, pero la llama del interior, se convirtió en cenizas. Un corazón nunca dejo de luchar, y sin el encanto de su ser inolvidable. Cobro su más preciada creación. La llama sin encanto y dulzura. Se desvaneció en lo más profundo de sus corazones.
-Leyko GZ
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QUE TAL UN AIRE ?
PoetryEL AMOR NO CONSISTE EN ENCONTRAR A ALGUIEN PERFECTO, SINO EN APRENDER A AMAR DE MANERA PERFECTA A ALGUIEN IMPERFECTO.