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La luz de la luna se filtraba por la ventana al igual que el aire fresco que rozaba ligeramente sus pieles, el doncel se encontraba recostado en la cama, apoyando su cabeza sobre la almohada, cerraba los ojos gustoso cada vez que los labios del pelirrubio se atrevían a volver a acercarse a los suyos para robarle un nuevo beso, sus bocas se unían en una sola, Yoongi enredaba sus piernas en la cintura del hombre que se encontraba entre ellas, y suspiraba bajo al sentir las suaves caricias que aquel pelirrubio le proporcionaba a su cintura, de nuevo aquel hombre se separo de él para tomar aire, sus respiraciones se mezclaban. Jimin sonrió al ver aquellos labios finos ahora estar levemente inflamados por la sesión de besos que habían estado teniendo después de haber tenido sexo, llevo su mano izquierda hacia el rostro del doncel para despejar un poco aquella frente de algunos mechones de cabello rebeldes que le impedían mirar aquellos ojos gatunos tan brillantes.

El pelirrubio no podía evitar seguir admirando a aquel doncel, quería analizar por completo su rostro, quedarse con la sensación de sus labios sobre los suyos, tocar toda su anatomía para jamás olvidarla, y sí fuera posible mantener una copia exacta de todo su ser solamente para él, soltó un largo suspiro. El doncel al tener aquella mirada fija sobre él sintió sus mejillas calentarse, jamás ha podido sostenerle la mirada a alguien, pero ese hombre lo hacía sentirse tan diminuto cada que lo miraba que no podía evitar avergonzarse en el proceso.

—¿P-podrías dejar de mirarme? —Yoongi no quería que la situación se siguiera sintiendo así de incomoda—. Me estás poniendo nervioso —termino de confesar.

Jimin soltó una suave risa al escuchar esas palabras, acerco de nuevo su rostro hacia el doncel, y estampo sus labios sobre la frente del mismo.

—Esa timidez no pareces tenerla tan seguido —menciono Jimin y se alejo un poco—, perdóname, pero no puedo dejar de mirarte.

—¿Qué?

—Entiéndeme —Jimin sonrió ladino—, todo esté tiempo estuve buscando y te encontré...

El doncel apretó sus labios formando una fina linea, sintiendo el leve palpitar de estos por haber estado largo tiempo besando los labios de aquel rubio.

—¿Estás seguro de que no quieres venir conmigo?

De nuevo aquella propuesta estaba sobre la mesa, Yoongi miro a los ojos a Jimin, quien parecía muy interesado en la respuesta que pudiera darle, pero no pudo sostener la mirada, junto sus manos por delante de su pecho, jugando con sus propios dedos, aquella pregunta cada vez se estaba haciendo más difícil de responder para el doncel, porque en un principio no quería irse con ese hombre, porque sabe que lo único que Park Jimin desea de él es su cuerpo... pero ahora, aunque él no quisiera, no podía evitar tener la idea de irse con él, se sentía como un tonto adolescente viviendo una pequeña aventura en dónde termina perdiendo el corazón por alguien. En sus planes no estaba enamorarse de aquel hombre, pero el corazón no manda ni siquiera en el tiempo, en las situaciones, en nada... puede que nunca se hubiera sentido en verdad interesado por alguien, puede que pasen años y jamás logré amar a alguien de la manera tan profunda como ahora estaba amando a aquel hombre en tan poco tiempo.

Quizás solamente se trate de un amor pasajero, uno que se iría en cuanto aquel hombre abandone por completo su vida, sí, tenía que ser eso.

—Quiero —comenzó a hablar el doncel—, quiero irme de aquí —miro esta vez a Jimin—, pero no contigo... —hizo una pequeña pausa—, quiero irme y disfrutar más, quizás con el dinero que tengo guardado pueda salir de esta ciudad e ir a otra, encontrar un empleo, vivir de roommate con alguien... y luego irme de nuevo, quiero viajar y ver hasta donde puedo llegar, pero quiero hacerlo por mi cuenta... —dejo de mirar a Jimin a los ojos—, perdona por decir esto, pero no pienso quedarme enclaustrado solamente para complacerte a ti.

Paradise Street ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora