Golpes del Destino.

27: Sorpresa

—¿Esto es una puta broma?— Preguntó histérica.

—No, no lo es, aunque no lo creas, tú y yo compartimos la misma sangre, la diferencia es que mi padre jamás habló de mi existencia porque no quería que siguiera la herencia de trabajar con Virlenko. —Respondió Ryan con indiferencia. —Maldito viejo, sólo dificultó mi existencia haciendo que tú fueras mi hermana, sin ti todo sería más fácil —Un camarero se acercó con una botella de vino y vertió el líquido en la copa frente a él.

Milenka no salía de su incredulidad, este hombre era un maldito pervertido, saber que había compartido cierta intimidad con él, le revolvía el estómago. No podía creer como era que este hombre mientras la besaba y acariciaba sabía que ella era su consanguínea. 

—¿Desde cuándo lo sabes? —Quiso saber ella.

Ryan se encogió de hombros —No mucho después de que papá falleciera. No tenía idea de que eras su hija, nadie sabe que yo soy el CEO de la maderería Yorke, ni siquiera el mismo Virlenko —sonrió—no se imagina que el hombre que busca ha estado frente a sus narices todo este tiempo.

Milenka resopló —¿Cómo que frente a sus narices? —cuestionó, imaginando por dónde iban los tiros.

"Por todos los dioses espero que no sea lo que estoy imaginando"

—Así es, querida, yo soy el topo de Virlenko en la agencia, y no imagino una coartada más maravillosa que entregarte a él, para que se encargue de ti. —soltó una carcajada maquiavélica —Así podrás esperar a tu queridísimo agente Ecker en el maldito infierno cuando le saque el puto corazón, y yo estaré a salvo con la mercancía de Virlenko y su dinero sucio. 

En ese momento, dos hombres de traje entran y toman a Milenka para que no pueda escapar.

—Maldito seas, te juro que te arrepentirás de esto, no te saldrás con la tuya.—murmuró la agente con los dientes apretados.

Ryan soltó una carcajada. Se puso de pie y se acercó a ella tomándola del mentón.

—Sólo para que lo sepas, que fueras tú mi hermana fue mera coincidencia, no es nada personal, son sólo negocios—la miró con lascivia—aunque puede que me divierta un poco contigo y me entregues tu cuerpo como siempre he deseado, no hay problema en que seamos hermanos,¿No? —se encogió de hombros —No es como que vayamos a procrear, sólo tomaré lo que es mío por derecho de antigüedad. Te dejaré tan magullada que ni los perros querrán comerte, sólo te entregaré a Virlenko para que él mismo le de fin a tu maldita existencia.

Milenka estaba asqueada consigo misma por haber confiado en él y haber desarrollado algún sentimiento a su favor, no podía creer que ese maldito enfermo se estaba aprovechando de ella de alguna forma. ¡Era su jodido hermano! 

—Eres un maldito enfermo, cabrón incestuoso, no sabes de lo que soy capaz. ¡No tienes ni idea! 

Ryan siguió riendo mientras los secuaces se alejaban con Milenka, que se retorcía para ir a por él, frustrada.

—¿Qué mierda harás si ya te tengo? Yo mismo forjó mi propio destino. —sentenció mientras daba un sorbo de su copa de vino. 

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Noah abría la puerta con sigilo, eran las siete de la noche y él estaba agotado, pero debía resistir, muchas cosas habían pasado ese día, además de que la revelación sobre la identidad del hermano de Milenka lo había dejado impactado. No tenía ni idea de hasta donde estaba embarrado Ryan, no podía creer que él era la familia de Milenka. Mac se había lucido con toda la información que le había conseguido.