Las Jóvenes Estrellas De Galar

Roxy 0: Una Corona Rota

Nota del escritor: Los capítulos 0 de cada personaje serán unos capítulos más cortos que narrarán el principio del viaje de cada uno de ellos. Es decir, que estos capítulos 0 ocurren justo antes de la historia "¡Yo seré campeón!"
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La joven chica ya llevaba su vestido rosa puesto cuando terminaba de arreglarse el pelo. Al acabar con la segunda coleta se miró al espejo. En su pelo negro destacaba una zona donde este no era tan abundante, mostrando una corona grisácea que simboliza sus orígenes y sus antepasados. Irónicamente, su flequillo le daba la apariencia de media corona o de una corona rota, lo que encajaba bastante bien con la realidad. Su hermano le había dicho muchas veces que debería acomodarse el flequillo de otra manera, pero Roxy jamás le hizo caso debido a lo descuidado de la apariencia de Nerio.

Esta no era la primera vez que la joven entrenadora se preguntaba como hubiese sido su vida si aún se les considerase la familia real y no a esos farsantes. Quizá viviese rodeada de lujos. Quizá su hermano hubiese podido dedicarse a la música. Quizá su padre no hubiese sido asesinado en las calles de aquel pueblo ruinoso en el que ahora vivían. Quizá se hubiesen podido permitir la medicina para salvar a su madre... Cuando pensaba en eso siempre recordaba las sabias palabras que le dijo Nerio cuando le habló sobre eso: "Ya, pero ni tú, ni papá, ni yo hubiésemos nacido. Probablemente mamá ahora estaría casada con algún borracho del pueblo. Y seguro que a Morpeko lo hubiesen devorado algunos pokémon salvajes".

Pese al lenguaje vulgar y plano que puede llegar a utilizar, su hermano a veces la sorprende con estas pequeñas migajas de sabiduría.

Con el tiempo Roxy aprendió a no odiar a los actuales reyes y príncipes de Galar pues ellos no habían hecho nada y tal vez ni sepan que no son los verdaderos herederos. Tampoco odiaba a su pueblo natal pese a todo lo que pasó allí. De hecho, los habitantes de Pueblo Crampón siempre han apoyado a los hermanos en todo lo que han podido. Además, desde que Nerio se convirtió en líder de gimnasio sus problemas económicos se esfumaron rápidamente.

Roxy volvió a la realidad y se puso su chaqueta de cuero además de la mochila que le trajo Morpeko. Acarició a su pokémon en recompensa por ayudarla y fue a buscar algunas pociones y pokeballs que había reunido. No eran muchas, pero ya compraría con el dinero de derrotar a otros entrenadores.

Ya estaba lista para partir a Ciudad Pistón y afrontar el desafío de los gimnasios. Ella disfrutaba de combatir junto a Morpeko, pero aún así eso no era su principal motivación. Ella iba a sacar a Pueblo Crampón de la miseria en la que se encontraba actualmente y para ello, debía convertirse en campeona. Si derrotaba al imbatible Lionel la gente comenzaría a visitar el pueblo de la joven campeona y usaría su influencia para sacar el lugar adelante. Obviamente no sería una tarea sencilla, pero sólo con pensar en una versión arreglada y no abandonada de Pueblo Crampón se sentía capaz de afrontar lo que fuese.

Se podía escuchar afuera al recién formado Team Yell junto a más habitantes de Crampón. A Roxy se le hacía tierno que sus vecinos y conocidos hubiesen formado un grupo para animarla durante el desafío de los gimnasios, aunque estaba bastante asustada de que hiciesen alguna locura.

Dio un último vistazo a su casa creyendo que cuando volviese no estaría ni la mitad de limpia pues ella era la que acaba haciendo esas cosas.

Nerio la esperaba junto a la puerta, sonriéndole y deseándole suerte. Ella, siempre mostrando las mínimas emociones posibles, le agradeció el gesto y estuvo a punto de preguntarle si le podía prestar su maximuñequera, pero a último momento calló ya que ella conoce muy bien el origen del Dinamax y la malvada fuerza que lo utilizó para intentar destruir Galar. Antes de que se fuera, Nerio le recomendó que hablase un poco con el resto de aspirantes porque, según él, le vendría bien hacer amigos fuera de Crampón. Roxy dijo que sí aún sabiendo que no iba a hacer ese esfuerzo. Estaría demasiado ocupada entrenando y encargándose de que el Team Yell no hiciese ninguna locura.

Aún así, los caprichos del destino le tendrían preparada una agradable sorpresa en forma de amigo.