Capítulo 12 - Confesiones Involuntarias

129 14 0
                                    

El grupo de búsqueda volvía a casa después de un agotador día de no lograr avances. Fue una proeza que Cellbit y Maximus consiguieran hacer que Foolish dejase de intentar encontrar al oso blanco al que quería despedazar con sus propias manos... era tan raro verle así, tan hostil, hasta hace no más que un par de días, se alegraba mucho de ver a aquel ser y de recibir misiones de construcción, decoración y reparación por parte del ente que representaba a la Federación.

Caminaban en silencio, un silencio incómodo, cargado de los sentimientos negativos de Foolish y de la incertidumbre de todos por saber el paradero del elfo a quien admiraban y apreciaban. Pararon todos frente a la imponente torre que le servía de hogar a la familia, antes brillante, llena de risas y majestuosa como ella misma; ahora oscura, tétrica y solitaria... era en ese lugar donde Foolish había insistido quedarse por si su amado lograse escapar y regresara.

-¿Estás seguro de quedarte aquí tú solo Foosh?-los blanquecinos ojos de Bad mostraban, sin ninguna intención de ocultarse, la preocupación por el estado anímico de su mejor amigo.

-Necesito estar aquí... por si Vegetta regresa y necesita ayuda.-sus tristes ojos verdes no se apartaban de la majestuosa estatua que había obsequiado a su amado como símbolo de su devoción y de demostración ante los demás habitantes de que su corazón ya estaba ocupado.

-Foolish, puedo quedarme a hacerte compañía, si gustas, claro está.-Maxo estaba preocupado, el aura mágica de Foolish era un desastre, era un semidiós después de todo, uno con grandes poderes reprimidos por la fuerza misteriosa de la naturaleza de esa isla, pero el caos que percibía era algo de lo que preocuparse, no lo había visto desde que se enfrentaron al Wither Storm y eso le tenía bastante asustado, tenía que evitar que la cosa pasara a peores.

-Gracias Max, quédate por favor.-sus palabras sonaban exhaustas, arrastradas, como si el cansancio y la tristeza comenzaran a hacer mella en él.

-Cellbit... ¿Podrías decirle a Roier que cuide a Leo esta noche también por favor?... ah... no... no creo que sea buena idea que ella me vea así o que se dé cuenta de que su padre no está con nosotros.

-No te preocupes, Guapito y yo nos encargaremos de Leo, espero que puedas descansar. -Cellbit desapareció dejando partículas de color violeta al usar su teletransporte... violetas, como los ojos de su Vegetta.

Comenzó a subir perezosamente las escaleras hacia la torre, Maxo le seguía de cerca mientras con su mano libre se despedía de Bad que cargaba a su adormecido hijo de vuelta a su casa.

-¿Puedo hacerte una pregunta Foolish?-la nerviosa voz de Maxo hizo que su interlocutor le viera con curiosidad.

-¿Dime?

-¿Eres un semidiós de qué exactamente?

-...

-¿Te incomoda contármelo?

-No sé si sea prudente hacerlo... no quiero que me tengan miedo.

-¿Por qué podrías causarme miedo Foolish?... Recuerda que yo también tenía un secreto que podría haberte asustado y lo he compartido contigo.

-¿Puedo confiar en que no saldrá de aquí... Max?

-Tienes mi palabra, somos amigos, recuerda eso, jamás haría nada para lastimarte.

Foolish suspiró, estaba nervioso y aún muy alterado por los sucesos del día, su elfo no estaba cerca para ayudarlo a calmarse, así que se adentró en la torre, respiró profundamente mientras observaba la gran pintura familiar que adornaba la chimenea, intentaba llenar sus sentidos con todo lo que hiciese recordar los buenos momentos junto a su familia; se sentó en uno de los sofás de la estancia, Maxo hizo que todas las luces de esa habitación se encendieran, la tenue luz de la chimenea no le ayudaría a estudiar las expresiones que pondría su amigo al responder sus preguntas.

-¿Y bien?

-Pues, aunque no lo creas, soy un semidiós de la muerte y la resurrección.

-¡Vaya combinación macho!

-Lo sé... es...

-¡Bastante inesperado!, no te miento, de la muerte... no me lo pareces, pero ahora entiendo el porqué tienes facciones como de un tótem.

-Mi naturaleza siempre ha sido complicada de explicar, en cada vida he sufrido discriminación o he sido cazado por ser como soy.

-¿Cazado?... eso suena muy mal.

-Todos codiciaban mi esencia, mi sangre, por creer que les haría inmortales o alguna otra tontería que se hubiesen inventado sobre mí.

-¿Tus poderes se basan en tu esencia?

-¡Claro que no!... es más complicado que eso...-Foolish echó su cabeza hacia atrás, observaba el techo en silencio mientras buscaba las palabras adecuadas para continuar, la voz de Maxo le hizo volver a su posición original.

-Los míos se basan en la pureza de la naturaleza que me rodee, en las energías del universo, pero hay una barrera en esta isla que no me deja usarlos a plenitud. -Observó a Foolish ocultar su rostro entre sus grandes manos, aún le avergonzaba que le vieran sonrojarse.

-Yo, necesito de un compañero, de alguien a quien proteger para poder despertar y controlar los míos.

-Vegetta...

-Exactamente... sé que has sentido el caos en mí

Maxo se quedó callado, Foolish siempre se veía como una persona demasiado entusiasta y alocada como para que realmente notaran lo inteligente que era; Maxo solamente logró asentir como respuesta a las afirmaciones del semidiós.

-Este caos que reina en mí es a causa de su ausencia...

Una expresión de tristeza volvió a apoderarse del rostro del semidiós .

-Lo extraño Max, tengo miedo de lo que pueda pasarle, de lo que pueda pasarme si él no está, si lo pierdo...¿Qué le voy a decir a Leo?... me volveré un monstruo.

-No temas Foolish, lo encontraremos, ya verás que sí.

-Sé que Vegetta ha sufrido también en sus vidas anteriores, le he escuchado balbucear cosas en sueños y no suena a algo agradable... no quisiera que él esté mal en estos momentos.

-No te preocupes tanto por él, es fuerte, ya verás que él mismo nos ayudará a encontrarlo, de alguna manera.

-¿Crees que eso pase?

-¡Estoy seguro de ello?

-Solo espero que su magia no sea reprimida hasta el punto de impedírselo.

-¿A qué te refieres con eso?

Maxo no había pensado en esa posibilidad, al estar tan lejos le pareció normal dejar de percibir el aura mágica del elfo, pero ahora que Foolish lo mencionaba, el temor por la seguridad de su amigo comenzó a aumentar.

***********************************************************************************************

Vegetta pasó la noche entera observando el cielo nocturno a través de la pequeña ventana electrificada del baño de su... ¿celda?... se sentía muy cansado, como si energía vital, su magia, estuviese siendo drenada por alguien o algo, su cuerpo pedía dormir, pero temía que si lo hacía no podría despertar más. Se sentó en la dura cama y cubrió su torso desnudo con las negras sábanas, estaba frío... demasiado frío para su gusto, intentó permanecer despierto lo más que pudo pero el cansancio le venció y lo último que pudo escuchar fueron los pasos apurados de alguien entrando a su habitación.

***********************************************************************************************

Estaba Escrito en las Estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora