Estaba Escrito en las Estrellas.

Capítulo 4 - Te quiero...

—Será mejor que te vayas a dormir Vegetta, estás ebrio y no quiero que te pase nada. —un elfo de ojos violeta le veía con un puchero y mejillas sonrojadas.

—Yo quería seguir bailando contigo... —el tono de la voz del elfo demostraba cuán ebrio estaba, arrastraba un poco las palabras.

—Yo...—Foolish no sabía qué decir, él también había bebido, pero su estatus de mitad tótem le hacía más resistente a la influencia del alcohol y otras sustancias destiladas, era un problema a veces, las pociones tardaban en hacerle efecto.—te dejaré en tu habitación e irás a dormir, mañana bailaremos más si es que te acuerdas y quieres seguir, ¿Está bien?

—¡No quiero mañana!, sigamos bailando~.—El elfo se estaba poniendo testarudo y eso le estaba dejando más nervioso de lo que ya estaba.

—¡Leo podría verte así!, Vegetta vete a dormir, ¿Sí?... ¿Por favor?— trataba de abrir la puerta de la torre, pero por desgracia no lograba introducir la contraseña correcta debido a su ofuscación.

—Leo no está en casa~ —Se acordaba... estaba jodido, habían dejado a la pequeña en casa de Bad para que tuviera una pijamada con Dapper y Trump, ya que Bad no quiso asistir a la fiesta.

—Anda Foolish, un par de canciones más, ¿Valeeee?

—¿Una más y te vas a dormir?

—Una y me voy a dormir.

No sabía en la que se estaba metiendo... En su estado de embriaguez, Vegetta comenzó a bailar sin música, de forma descoordinada y desinhibida mientras se pegaba a Foolish quien, bastante cohibido por el atrevimiento, la soledad del lugar y el estado del otro, trataba de apartarse. ¿Acaso Vegetta intentaba seducirlo?... le veía distraído por sus pensamientos hasta que sintió que le estaba tocando de una forma un poco... subida de tono.

—¡Ey, ey, ey! Vegetta, creo que deberías relajarte un poco, ¡Ya es hora de que descanses!

—¡Oh, Foolish, mi amigo! No te preocupes, solo estoy divirtiéndome. ¿No te parece genial mi baile?

Foolish reía nervioso, intentaba alejarse mientras por fin abría la puerta de la torre e intentaba hacer entrar al elfo.

—Tienes un estilo único. Pero en serio, debes tener en cuenta que estás bajo los efectos del alcohol y no es bueno cometer acciones impulsivas. —Le tomó del brazo y lo hizo entrar y sentarse en el sofá de la sala de estar.

—¡Pero Foolish, eres demasiado guapo! ¿Cómo puedo resistirme?... me gustas desde que te vi la primera vez cuando hice explotar el maldito muro y, ¿Sabes?... creo que ya te quiero. —¿Estaba escuchando bien?... las mejillas le ardían por lo ruborizado que estaba, tragó en seco y se sentó a su lado tomando sus manos y haciendo que el otro le viera a la cara.

—Aprecio tus palabras... Vegetta, pero es importante que ambos estemos en un estado adecuado para tomar decisiones y entender nuestras acciones. Ahora mismo, el alcohol está afectando tu juicio, así que, vas a dormir y descansar, mañana hablaremos. —Le recostó en el sofá y salió de la torre a toda prisa, se sentía emocionado, se sentía feliz, joder, ¡Era el más feliz del mundo! —¡Le gusto!, ¡En serio le gusto! —sus pensamientos eran júbilo puro, jamás creyó que sería tan afortunado pero... ¿Y si mañana Vegetta no recordaba nada?... eso tendría que averiguarlo. Se metió en su dragón y se fue a dormir emocionado, esperando al mañana.

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A la mañana siguiente, Vegetta abrió los ojos y lentamente se desperezó en su sofá... La cabeza le dolía un montón, hacía mucho que no se iba de fiesta como lo había hecho la noche anterior, se había alocado con Foolish... uis... se estaba comenzando a acordar de lo que hizo... ¡Qué vergüenza! ... Lo que había dicho... ¡Se quería morir!... le dijo lo que pensaba... ¡La había cagado!. —¿Qué diablos he hecho?... — Restregó con fuerza las manos sobre su rostro y se dirigió a su habitación para darse un baño y sacarse de encima el desagradable aroma a alcohol que aún traía pegado en la ropa.

Después de asearse y comer algo se dirigió a casa de Bad, era hora de recoger a su pequeña, estaba nervioso, no quería ver a su compañero por ahora, estaba bastante mortificado ya como para enfrentarlo y continuar la conversación que había comenzado la noche anterior. Necesitaba refrescarse, así que usaría un caballo en lugar de sus teletransportes, montó en lomos de su querido Vicente y cabalgó tranquilamente hasta su destino. 

Su pequeña lo esperaba impaciente, quería contarle todas las actividades divertidas que había hecho junto a sus hermanitos y al tío Bad.

—¡Papá Vegetta! —salió a su encuentro y se lanzó a sus brazos en cuánto le vio bajar del hermoso caballo.

—¡Mi niña hermosa!, ¿Te has divertido mija?

Bad les veía sonriente desde la puerta de su casa, Dapper se aferraba a una de sus piernas mientras observaba a su tío-ídolo favorito.

—Se han divertido un montón, Leo es muy buena influencia para Dapper y Trump, debiste verla actuar como toda una niña grande mientras organizaba a sus hermanos. —La voz de Bad sonaba risueña mientras se acercaba a saludar junto a su hijo.

—¿A, sí? —el elfo cargaba a la pequeña en brazos. — agradezco mucho que hayas cuidado de ella Bad, tenemos que hacer las tareas de hoy, nos vemos luego, de nuevo, muchísimas gracias.

—No es nada, espero te hayas divertido anoche en la fiesta. —Bad tomó a su hijo en brazos y comenzó a regresar a su casa. — ¡Saluda a Foolish de mi parte! — las mejillas del elfo se tiñeron de rojo, su hija lo notó, pero no dijo nada.

—Papá, tengo hambre. —Sus ojitos se achicaban por la gran sonrisa que estaba dibujando en su rostro, algo había pasado entre sus padres, se notaba.

Y volviendo a la realidad, Vegetta la subió al caballo y volvieron a casa, el viaje fue silencioso, la nena se divertía viendo el comportamiento de su padre, sabía dentro de sí, que la situación cambiaría pronto, y para mejor. Llegaron a casa y comieron algo rápido, estaban por salir cuando el ruido de la puerta abriéndose les llamó la atención.

—¡Dada Foolish! —la pequeña saltó a sus brazos.

—¡Leooooo! —Estaban los tres juntos de nuevo.— ¿Te divertiste anoche?

—¡Sí, dada, mucho!, ¿Y ustedes también se divirtieron? —Sus padres enmudecieron, ambos sonrojados hasta las orejas, Foolish vio a Vegetta y notó que el otro estaba nervioso... ¿Se acordaba de todo?... Tendrían que hablar luego.

Foolish como pudo, disimuló su incomodidad con el tema y le sonrió de vuelta. —¡Claro que nos divertimos hija! — Tenían que inventarse algo creíble. — Bailamos y nos contamos chistes y luego nos fuimos a dormir temprano, ¿Verdad Vegetta?

—¡Sí, sí~!, nos divertimos mucho con las canciones de tu tío Maxo, los nuevos habitantes son bastante educados y muy divertidos, pronto los conocerás Leo, también les asignaron un hijo, tu nuevo hermano se llama Richarlyson Deide Costa Jacinto Pinto, pero le puedes decir Richas cuando le veas en la escuela. Prepararon a la nena y la llevaron a sus clases, caminaron juntos de regreso a la torre en total silencio hasta que Vegetta decidió hablar sobre lo ocurrido y disculparse si le había ofendido.

—Foolish... ¿Puedo hablar contigo un momento? —Sentía el corazón palpitando en su garganta.

—¿Huh? — Había llegado el momento, tomaron asiento en los escalones más altos mientras veían el paisaje. —¿Qué querías decirme Vegetta?

—Quiero disculparme por mi comportamiento ayer... te puse en una situación desagradable y lo lamento mucho si he llegado a ofenderte... de verdad lo siento mucho. — Estaba aún muy avergonzado, su mirada estaba clavada al piso y sus manos intranquilas se apretaban la una contra la otra.

Foolish guardó silencio un momento y sonriendo le observó mientras reorganizaba sus pensamientos para contestarle con toda sinceridad.

—No me molesta que me digas que me quieres. —Los ojos violetas del elfo se abrieron de par en par y le observaba sin hacer ningún sonido, mientras un par de ojos negros ardían llenos de ira tras de ellos.

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Capítulo cortito porque mi salud no anda muy bien últimamente, espero poder actualizar pronto si no me toca estar en cama de nuevo DX 

¡Chau! ♥