Los días que estuvimos en Aceria fueron geniales. Caminamos por el bosque, nos quedamos hasta tarde mirando las estrellas y aprendí muchas cosas.
Conocí una criatura parecida a un ciervo, pero su cornamenta era más grande, su pelaje era perfectamente blanco y solo aparecía de noche, era precioso y lo llamaban "Estelar". Además, vi unas plantitas que, al amanecer y al atardecer, soltaban un polvo que brillaba en el aire y olía increíble. No hubo un día que no me encantara.
Lamentablemente, sabía que pronto volveríamos a Sitne y aún me faltaba el mayor propósito de mi viaje. Así que, esa mañana, fui hasta la habitación de Riley para cumplir ese propósito.
Ella estaba sentada en su cama con un cuaderno de dibujo y un lápiz en su mano, solo que pasó la página cuando entré. Caminé y me senté frente a ella mientras ella seguía con los ojos en el cuaderno.
- ¿Riley, me escuchas?
- Claro, Annie - Respondió mirándome un momento.
- Necesito un favor muy importante porque sé que solo tú puedes hacerlo - Ella alzó la vista unos segundos - Habla con Ryder.
- ¿Ryder? - Volvió a mirarme.
- Sí, es por una loca idea mía. Quiero que Ryder participe este año en el Torneo Universal, más no termina de decir que sí.
- Ya sé por dónde va esto - La escuché murmurar.
- Yo tengo cierto nivel de ternura y, al parecer, me he ganado su cariño, solo que no es suficiente, por eso te necesito, Riley - Detuvo su lápiz y me miró a los ojos - Tú eres su hermana, eres, tal vez, lo que más le importa y sé que te escuchará así que... ¿Podrías pedirle que participe en el Torneo?
- Me encanta esa mente que tienes, Annie - Me dijo con una sonrisa - Por supuesto que hablaré con él.
- Gracias, Riley - Ella volvió a su dibujo - ¿Cuándo lo harás?
- Pronto, en el momento preciso. De todas formas, él se quedará un par de días más aquí, lo escuché hablar con Andrew.
- Me la pasé muy bien aquí, te extrañaré.
- Nos volveremos a ver, Annie, ahora que me reconcilié con Ryder...
- ¿Nos visitarás en Sitne? - Pregunté con emoción y ella me miró y asintió - ¡Qué bien!... Creo que aprovecharé este día, antes de volver mañana al "Planeta Único".
- Déjame ver esa hermosa sonrisa una vez más - Le sonreí, no evité reírme, y luego salí de su habitación.
Caminé tranquilamente por el pasillo, bajé por las escaleras, vi a Milo hablando con Nala en la sala (se habían vuelto muy buenos amigos) y luego salí para la parte de atrás.
Inmediatamente vi a Force, estaba acostado bajo la sombra del árbol, se veía dormido. Me acerqué a él lo más silenciosa posible, al parecer, no notaba mi presencia. Vi cómo su cuerpo se movía por su tranquila respiración, pero eso era todo.
Desde nuestra llegada a Aceria, Force había estado tranquilo, su comportamiento había cambiado. A veces salía al campo, observaba el paisaje y volvía a casa. Ya no peleaba con Better, solo lo miraba. Yo estaba segura de que había ocurrido algo, solo que no sabía qué era eso que había ocurrido.
Mis ojos se posaron en su largo pelaje negro con un poco de blanco, jamás lo había tocado. El día que llegué a Sitne por primera vez, sentí el pelaje de Better, el cual se sentía como algodón. Ahora quería sentir el de Force. Me coloqué a su lado y, lentamente, levanté mi brazo, sin embargo, su voz me detuvo a unos centímetros.
ESTÁS LEYENDO
El Planeta Único
Science FictionDestrucción, aventura, amistad... La vida puede cambiar de un momento a otro, en el peor día puedes conocer a las mejores personas y, en el siguiente segundo, estar explorando planetas en un Universo antes desconocido. Yo aprendí eso con solo 10 añ...