Repentinamente, desperté algo sobresaltada. Ya era la tercera vez que me ocurría y sabía que faltaba mucho para el amanecer. No podía dormir bien, pero no quería hacer movimientos bruscos o despertaría a Liz. Solo me coloqué mirando hacia arriba, fue cuando me habló.
- ¿Otra vez estás despierta? Ya es tu tercera vez ¿verdad?
- ¿Has estado despierta todo este tiempo? - Le pregunté.
- No puedo dormir, cierro los ojos y lo único que veo es mi planeta destruido.
- Supongo que cada quien toma la destrucción de su planeta diferente, yo sí pude dormir la primera noche.
- ¿De dónde vienes? - Me preguntó mientras se sentaba para verme mejor.
- De La Tierra.
- No sabía eso... Soy Lizzel ¿Cuál es tu nombre?
- Anneliese - Le respondí con un poco más de ánimo - ¿Tú no sientes la necesidad de saber qué estuvieron hablando?
- Aún continúan hablando, acabo de escuchar voces. Es algo bueno que interroguen al que me trajo y no a mí.
- Lo positivo es que está Ryder, así Dylan dirá lo que sabe - Liz bajó la mirada, yo me senté - Sé que tal vez no quieras hablar sobre eso, pero yo sí quiero saber... ¿Qué pasó, Liz?
- ¿En serio quieres saber?
- Sí - Respondí sin dudar.
- Bien... Estaba viendo la transmisión en vivo de Mara, quería saber quiénes irían al Torneo representado a Sitne. De repente, el dispositivo se apagó. Miré por la ventana de la habitación y vi que el cielo estaba lleno de nubes negras, oscureció todo. Ya no se veían los prominentes colores, lo que distinguen a Daltam, ahora todo era gris... Salí de mi casa, en ese momento me encontraba sola. Inesperadamente, unos rayos comenzaron a caer...
- ¿Rayos? No hubieron rayos cuando destruyeron La Tierra - Dije en voz baja.
- Eran rayos rojos - Suspiró, se detuvo para acomodar su cabello y continuó - Entré en pánico. Un rayo le dio a mi casa y la destruyó por completo. La gente corría, pero había rayos que los... Yo sobreviví porque, cuando creí que moriría, el tal Dylan apareció y me transportó con él hasta Aceria... Y, bueno, ya sabes lo que pasó después.
- Lamento todo eso - Susurré seriamente.
- Lo peor es que, lo más probable, mis padres no hayan sobrevivido a tal destrucción - Comenzó a llorar.
- Pues ya somos 2... Hay personas que te apoyaran, Liz, y a tus hermanos también.
Le sonreí, ella se limpió las lágrimas. Nos miramos un rato y luego ella volvió a acostarse. La miré en total silencio hasta que noté que se había quedado dormida. Creo que sí necesitaba contarle a alguien lo que había vivido, para sentirse tranquila.
Con cuidado me bajé de la cama, fui hacia la puerta y salí de la habitación. Nuevamente comencé a escuchar voces por el pasillo, voces que provenían de la habitación de Alan. Mi curiosidad me mataba, yo necesitaba saber lo que estaban diciendo. Tal vez, ya tendrían respuestas a las tantas preguntas que todos nos hacíamos, con respecto a las destrucciones de los planetas.
Abrí lentamente la puerta. Allí se encontraban solo los chicos, me supuse que las chicas se habían ido a descansar. Todos estaban serios, mirando a Dylan y a Andrew mientras que Ryder veía por la ventana. No entendía lo que ocurría, así que me quedé en silencio.
- Es una locura, ya lo sé, pero es un patrón - Aseguró Dylan mirándolos.
- Creo que la venganza te ha cegado - Le dijo Milo.
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El Planeta Único
Science FictionDestrucción, aventura, amistad... La vida puede cambiar de un momento a otro, en el peor día puedes conocer a las mejores personas y, en el siguiente segundo, estar explorando planetas en un Universo antes desconocido. Yo aprendí eso con solo 10 añ...