I - Las pruebas de la muerte [G.O] #PGP2024

Acto 1: Pasos hacia una realidad dolorosa.

He llorado hasta que vi una luz oscura rodearme. No le tuve miedo, más bien tuve curiosidad.

Porque decidí jugar con aquella que me llevará a mi final.

—¡Venga, Nilia! ¡Tienes que estar lista!

Mi madre estaba enfrente mía. Estaba muy arreglada, en especial su cabello castaño lleno de laca. Parecía que iba a incendiarse si se quedaba muy cerca del fuego. Vestía con la ropa más moderna y llamativa posible, con la sonrisa más falsa que pudiera conocer. Claramente se ponía bonita para ella misma, no por nada se estaba grabando mientras les preguntaba a sus seguidores si estaba perfecta.

Miré hacia la cámara. Creía que mis ojos eran capaces de eliminar cualquier objeto, aunque eso era imposible, por ello observé mi casa. Grande, espaciosa y con muchísimas habitaciones al ser, a veces, seis en casa: Mis tres hermanas, mi padre, mi madre y yo. Los colores eran una escala de grises. Muy ordenado, menos la habitación de grabación que al entrar, se escuchaba los gritos de los objetos pidiendo ayuda.

Mi madre, Andra, decía que tenía su habitación bien organizada. Supongo que su concepto de organización era muy distinto al mío, más cuando había papeles enganchados en el techo. Decía que era para inspirarse, pero en verdad era para retos estúpidos que hacían que los números de su cuello aumentaran. Tenía un millón cien seguidores. Enhorabuena.

—¡Nilia! ¿Qué son esas pintas de vagabundo? ¡Eres de la ciudad de Oic, no la En'rec!

Solía ir con una camisa blanca, chaqueta tejana, vaqueros negros y unas botas grises, pero en esta ocasión debía ir con ropas más viejas y agujereadas.

—Ya, pero recuerda que voy a las clases del profesor Miles y sabes que debo ir con ropa un poco desgastada para evitar problemas.

—Pero si tu atraes el caos, ¿o te tengo que recordar lo que le hiciste a mi anterior móvil?

—Y lo volvería hacer —susurré mientras ajustaba mi chaqueta vieja de colores marrones.

¿Se creerían los civiles de aquella ciudad que era uno más como ellos? No lo sabía, pero me parecía arriesgado que el profesor tuviera la idea de crear una escuela ahí.

—Al menos despídete de tus seguidores, ¿no?

Miré de reojo a mi madre con una ceja arqueada. Mis ojos apenas demostraban felicidad mientras veía el móvil de mi madre apuntándome. ¿Qué pensarían los demás al verme? Más ante esos ojos marrones que indicaban el número de seguidores que tenía: 1000130 seguidores, un poco más que mi madre.

—Adiós, mamá —me despedí, abriendo la puerta de mi casa mientras ponía mis auriculares.

—¡Pero diles adiós!

—No son nada para mí, no son mi familia.

No supe bien si lo dije en alto. Cuando me puse los auriculares, dejé que la música inundara mi cabeza y caminara hacia el único camino seguro hacia En'rec. Era una rutina que tomé. No me interesaban otras clases por mucho que pusieran aquellos carteles llamativos cuyas ofertas no eran nada estafadoras sobre cómo conseguir fama en cuestión de horas. Caer ahí era ser un poco corto de mente, que por desgracia abundaba.

Cerré la puerta de golpe, respirando profundamente para ponerme la capucha. Me aseguré de tenerlo todo en orden y que mis pintas dieran el pego de simular a alguien que pertenece a En'rec. Observé los bolsillos de mi chaqueta: dos bolígrafos, mi teléfono y mi cartera. Suficiente.

Iría a paso ligero hacia uno de los pocos sitios donde podía sentirme libre sin que una cámara me apuntara y me robara el alma. Un sitio donde no veía a muñecos moverse por las desesperantes ganas de ser famoso. Porque los números lo eran todo, tanto para tener dinero como para seguir viviendo.

MAPA SWEDELAY

ÍNDICE PRIMER ACTO

Capítulo 1: Vida.
Capítulo 2: Muerte,
Capítulo 3: Fama.
Capítulo 4: Ic'nes.
Capítulo 5: El valor del tiempo.
Capítulo 6: Grises.
Capítulo 7: Horas contadas
Capítulo 8: En'rec.
Capítulo 9: Realidad cegada.
Capítulo 10: Inseparables.
Capítulo 11: Conversaciones a media tarde.
Capítulo 12: Anuncio.
Capítulo 13: Una oportunidad.