Que alivio fue escuchar la voz de mi padre. Le daba gracias al cielo por que estuvieran bien, aunque sabía que aún me quedaba mucho por delante.
—¿Lo habéis visto todo? —pregunté, esta vez más calmada.
—Sí, claro. Cuando anunciaron que solo había una persona que superó casi la segunda fase, muchos empezaron a hacer revuelo de ello ya que eras bastante conocida. Yo me enteré en el trabajo por mis amigos —explicó mi padre, notándose su voz temblorosa—. Me marché de inmediato e intenté reunirme con mi mujer y mis hijas. Están aquí también... menos Tani.
«Maldita sea...»
Deseaba hablar con ella para decirle algunas palabras honestas, pero no parecía ser la ocasión. Suspiré, sonriendo con suavidad mientras miraba hacia el suelo. Como deseaba abrazar a mis hermanas y dar algún paseo o a lo mejor comer en algún restaurante. Como deseaba, en sí, estar unos minutos más con mi familia.
—¡Nilia! —Sonó una voz infantil en el otro lado, provocando que me despertara de mis pensamientos.
—Samay quiere decirte algo —murmuró Eran.
—Adelante —respondí.
—Hermanita, ¿estás bien? —me preguntó Samay, escuchándose con cierta dificultad porque agarraba el móvil con torpeza.
—Sí, claro, todo está bien hermanita —respondí con una sonrisa. Una que, si bien sabía que no vería, quería que al menos se lo imaginara con mi tono.
—¡Les diste una buena patada a esos bichos! ¡Estuviste impresionante! Pero, ¿te duele el ojo?
Me quedé atónita ante sus palabras, ¿me vieron luchar? Tragué saliva sin querer mientras ponía mi mano derecha en las vendas de aquel lado. Conociéndola, se habría preocupado. Capaz se habría angustiado al verme sin reaccionar durante unos segundos.
—Estoy bien hermanita. Esos bichos no me iban a derrotar con facilidad. Soy alguien difícil de derrocar. Eso te lo puedo asegurar —respondí con seguridad, una que le hizo sentir calmada a Samay.
—¡Yo confío en ti, hermanita! ¡Recuérdalo bien! ¡Eres nuestra salvadora! Haremos lo máximo posible para que puedas conseguirlo y darle su merecido a ese mago —aseguró Samay.
Solté una pequeña risa, conteniendo mis ganas de llorar.
—Lo recuerdo bien, pequeña, y seguiré luchando para ello.
Samay parecía querer decirme algo más, pero una voz intervino para pedir el teléfono. Arqueé la ceja hasta que me di cuenta de quién era.
—Nilia, ¿puedes cámara? —preguntó Zenda. Su voz estaba quebrada y temblorosa.
—Zenda, te dije que no es buena idea poner cámara, sino la gente se pondrá a mirarnos de chismosos. —Escuché la voz de mi padre.
—Cariño, Zenda quiere verla. Creo que es muy normal —intervino esta vez Andra. Si soy honesta, su aparición me sorprendió, más al oír su voz. Sonaba quebrada y adolorida.
—Puedo poner la cámara. No me molesta —anuncié, mirando las opciones del móvil para darle a videollamada, viendo así a mi familia y ellos a mí.
Al activar la opción, las diferentes reacciones se hicieron presente. Sabía que miraban las vendas que tenía en mi rostro sumado al cansancio que tenía. Les sonreí para que no se alarmaran, pero sabía que estaba complicado porque ellos tenían claro que mi situación no era fácil. Eran conscientes de mi cargo.
—Nilia... Yo. —Mi hermana menor se quedó pensando sus palabras con su boca entreabierta—. Capaz tendría que haberme dado cuenta antes, capaz tendría que...
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I - Las pruebas de la muerte [G.O] #PGP2024
Ficção Científica¡Ella es Nilia, nuestra salvadora! Repetían esas palabras sin parar mientras miraba todo lo que me rodeaba. Yo solo quería un mundo tranquilo, uno donde las tres ciudades: Oic, Ic'nes y En'rec; pudieran estar en paz a pesar de sus diferencias como s...