Capitulo 8

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CAPITULO 8

Tras de ti

Liam estaba preso de una emoción, atado a un sentimiento que en ese instante deseaba no sentir.

Miró al cielo y vió que el hermoso arcoiris había desaparecido, el cielo se había vuelto gris otra vez, y la lluvia comenzó de nuevo a caer.

Todo a su alrededor se había vuelto gris, y en medio de un triste suspiro dijo: ¡Esto duele más de lo que  imaginé!

La música que había sonado dentro de él, cuando estaba en los brazos de Perla, se había callado, ahora solo quedaba un silencio aturdidor lleno de confusión.

Liam veía la lluvia caer en el piso de la azotea. Él estaba bajo techo su cuerpo no se mojaba, pero su alma sentía caer dentro de él la fría lluvia.

Haciendo que su triste corazón, sintiera cada gota de lluvia  que caía de las nubes grises que pintaban el cielo de una dolorosa nostalgia.

Liam no quería sentirse tan triste, tampoco deseaba sentir el dolor que embargaba su corazón.

El mismo corazón que minutos antes había cantado suaves y hermosas melodías en los brazos de Perla.

Él nunca planeó enamorarse de ella, nunca se imaginó disfrutar tanto de su tiempo juntos y mucho menos que sus pies se desprendieran del suelo, haciendo que su alma volara al país de la felicidad en los besos que se habían dado Perla y él.

Ese instante perfecto se había pegado a su pecho como un tatuaje, y le estaba doliendo sobremanera pensar que todo se había acabado.

Liam no había pretendido serle infiel a su novia Alisa, tampoco hacerle daño a Perla.

Solo se había dejado llevar por lo que sentía, sin pretender nada o esperar nada de ella.

Él solo se convirtió en amigo de una bella enfermera, disfrutando de su compañía y de sus charlas por teléfono cada noche.

Mientras él pensaba en eso, la lluvia dejo de caer, y en un suspiro triste Liam dejó escapar una confesión...

¡Te amo Perla, estoy profundamente enamorado de ti!

Sin pretenderlo, Liam Norton había caído preso del amor. Como le había sucedido a su padre, una costeña se había adueñado de su ser.

Solo que su padre tenía novia y no estaba comprometido como lo estaba  él.

Su padre pudo dejar a su novia de la universidad, por la bella costeña que se convirtió en la dueña de su vida.

Pero él nunca espero que eso  le sucedería. Su vida ya estaba planeada, todo en su vida ya tenía un norte.

Se suponía que él solo había venido a la costa a cumplir una promesa que le había hecho a su madre el día de su funeral.

En su interior, Liam culpaba a su novia Alisa de dejarlo solo en su viaje,  cuando se suponía que vendría con él.

Y se culpaba a sí mismo al sentirse tan  atraído,  por la joven belleza que vio en la playa.

Liam  también culpaba al cielo por poner a su alcance a un ser tan bello y que no pudiera ser suyo como lo deseaba.

Odiaba la idea de tener que quedarse en la costa, por haberse comprometido como médico en varias cirugías.

Se lamentaba de que sus sueños se hubieran vuelto realidad,  al besar a la mujer que lo tenía hechizado desde el día en que la conoció.

Una parte de corazón deseaba que lo que había pasado entre Perla y él nunca hubiera sucedido, porque había sido demasiado maravilloso,  como para poder olvidarlo.

Entre tu amor y el mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora