capitulo 14

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CAPITULO 14

Colapso

La puerta se abría y se cerraba insesantemente, no había una decisión definitiva en su cabeza.

¿Qué podía hacer para solucionar su problema?

No quería que nadie se enterara de lo sucedido, su reputación se vería afectada si se daban cuenta de qué él era el responsable.

El juego había sido muy intenso, y era verdad que Alisa le gustaba mucho, pero hijos, eso no estaba en sus planes.

Nunca se imaginó llegar a verse en una situación así.

Él ya tenía dos hijos que eran médicos también. Cómo tomarían sus hijos la noticia de qué su padre hubiera embarazado a una joven cirujana 30 años menor que él...

Harrys no sabía que camino tomar.

Abría y cerraba la puerta del departamento, tomaba las llaves de su auto y su teléfono, sin saber que debía hacer primero.

La ansiedad se comía su estómago. Él sabía bien que era del conocimiento de sus hijos sus constantes aventuras, pero siendo viudo desde hacía ocho años sus hijos no se metían en sus asuntos privados.

Ellos no lo aprobaban, pero amaban mucho a su padre y respetaban su vida privada. Era un médico muy reconocido y admirado, sabían que muchas mujeres querían cazarlo y convertirse en la señora Harrys, y de eso él se aprovechaba.

Pero ahora la situación había cambiado, ya no se trataba de una aventura exitante con una joven y apasionada mujer.

Se había convertido en un gran problema.

Pensando y dando vueltas como león enjaulado, Harrys se estaba volviendo loco de la angustia e indecisión.

Después de la cuarta vez que tomó las llaves de su auto en su mano para volver al hospital y hablar con su amante, Harrys cerró la puerta y se tiró de espaldas en el sofá.

¿Cómo pude ser tan descuidado? Esto no estaría pasando si me hubiera controlado...

¡Pero me encanta el fuego que hay en Alisa! Eso fue lo que causó este problema...

Si me hubiera contenido ...

¡Ah pero no! ¡Tuve que quemarme hasta convertirme en cenizas...

Yo nunca quise vivir bajo el mismo techo con una mujer por más que me gustara...

¡Libre, siempre libre! Un romance tras otro sin compromiso...

Pero tuvo que llegar esta llama hasta el fondo de mi ser para desear querer quemarme en ella para tomar la decisión de vivir juntos...

Sería nuestro secreto, algo que disfrutaríamos los dos. Pero mi error primero fue venir a buscarla y consumirnos en nuestro desenfreno...

¡Idiota! Cómo no previ esto? Ella y yo no tomamos ninguna precaución la primera vez, aunque después lo hicimos hubo consecuencias...

¿Ahora qué hago? No la puedo dejar sola...

¿Pero y mis hijos? Cómo tomarán esto? Y en mi trabajo, qué dirán?

Y ni qué decir de los padres de Alisa, yo soy mayor siete años que el padre de Alisa, ese hombre se va a poner furioso...

Se supone que ella estaría aquí por tres meses y ahora va a tener que quedarse y probablemente de por vida...

¡Imbécil! Eso es lo que eres Harrys, ¡un imbécil!

Pero por más tonto que haya sido, no soy un cobarde...

Entre tu amor y el mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora