Capítulo 17: Preocupación y aclaraciones

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Inma

El trayecto en ambulancia fue estresante, estuve todo el viaje agarrando con fuerza la mano de Daniel, había un sanitario que le había vendado el brazo y la cabeza, estaba en shock, y con los ojos llorosos, había estado apunto de morir pero Daniel decidió sacrificarse, no quiero perderlo, ahora no, ahora que había empezado a creer y a confiar en él.

Llegamos al hospital y lo llevaron directamente al quirófano para sacarle la bala del brazo y curarle también la herida de la cabeza, me dijeron que tenía que esperar en la sala de espera, quise protestar pero estaba tan cansada que decidí esperar.

Ningún doctor había salido de allí, estaba nerviosa, llevaba más de media hora esperando hasta que oí pasos, giré la cabeza y vi que una mujer mayor aparecía, la reconocí al instante, era la madre de Daniel, ella giró la cabeza y me vio, vi que su mirada fue a mis manos, las tenía manchadas de sangre de Daniel, había estado presionando la herida durante unos minutos antes de que la ambulancia apareciera en Info+, me levanté de la silla y ella se acercó para abrazarme, nos pusimos a llorar mientras estábamos abrazadas en el pasillo, nos separamos después de unos segundos.

- ¿Cómo está?-preguntó la madre de Daniel con voz temblorosa.

- Todavía no sé nada, lleva media hora en el quirófano-dije mirando la puerta.

- ¿Qué ha hecho para merecer esto?-preguntó la madre de Daniel lamentándose.

- Carolina, estate tranquila, no ha hecho nada malo, me ha salvado la vida, hubo un tiroteo en Info+, al parecer querían venir a robar, entró alguien en mi despacho y me apuntó con la pistola, Daniel hizo ruido y el ladrón le disparó, aprovechando la distracción cogí su pistola y le disparé, está muerto-dije calmándola.

- Sabía que eras una buena persona cuando Daniel te presentó-dijo Carolina.

Sonreí al recordar como Daniel me presentó a su familia, fueron muy buenas personas, entendieron que estaba nerviosa y me hicieron sentir cómoda, llevo sin ver a Carolina desde..., bueno, cuando me enteré de lo de la infidelidad de Daniel.

- Ojalá este reencuentro hubiese sido en otras circunstancias-dije triste.

- Tranquila Inma, me alegro de volver a verte, pero mientras esperamos, quiero contarte algunas cosas de Daniel-dijo Carolina.

- Vale-dije un poco preocupada.

Nos volvimos a sentar, Carolina agarró mi mano cariñosamente, no le importará que tenga las manos pringosas y manchadas de la sangre de su hijo.

- Cuando Daniel empezó el grado medio de informática, él estaba con alguien, pero un día le vi volver con una gran sonrisa en la cara, creo que ese fue el día que te conoció, dijo que al principio estabas un poco seria al verlo, pero luego empezaste a verlo de otra manera, él me contó que estáis teniendo un lío en clase, me enfadé con él por estas razones, la primera: estabais en un sitio público y podrían haberos llamado la atención y expulsaros, la segunda: le estaba siendo infiel con la persona que estaba, si te digo la verdad, esa chica no me caía bien, era una engreída, le advertí que tenía que contarte la verdad si estabais yendo en serio, no supo manejarlo, él no paraba de hablarme de ti todos los días, cuando viniste a conocernos, vi que Daniel tenía razón en todo lo que me decía de ti, eras una buena persona, amable, cariñosa, graciosa y con buen corazón.

El día de después de la graduación había vuelto a casa porque tuve un viaje de negocios, cuando entré en la habitación de Daniel me lo encontré llorando y había cristales en el suelo, me contó lo que había pasado, estuve apunto de decirle que yo tuve razón, pero le vi bastante mal que lo que hice fue abrazarlo y calmarlo, a partir de ahí, cada vez que intentaba ligar con una chica lo rechazaban, dejó de ligar y se centró en su futuro, entró en Info+, gracias a ti, hablabas tan bien de ese sitio que él decidió hacer prácticas en esa empresa y le cogieron, luego me contó que tuvo algo con la secretaria pero lo dejó porque no dejaba de pensar en ti, hasta me contó que te vio allí, me hizo mucha ilusión, quise pasarme por allí para verte, pero Daniel no me dejaba, me dijo que hasta que no se hubiese solucionado vuestro conflicto no podría verte, él ha estado pelando para que lo perdones-dijo Carolina.

Estaba sorprendida, no sabía nada, me volví a echar a llorar desconsoladamente, Carolina me volvió a abrazar, cuando me calmé apoyé la cabeza en la pared, necesitaba aclarar mis ideas, solo que seguía aún preocupada por Daniel, empezaba de nuevo a estresarme, volví a sentir dolor en el pecho, justo donde estaba encima del corazón, me estaba volviendo a dar otro ataque de pánico, saqué una toallita del bolso y me limpie las manos, noté que algo iba a salir de mi nariz, saqué un papel y me tapé la nariz, eché la cabeza hacia atrás, cuando quité el papel vi que tenía mucha sangre, estaba empezando a marearme, al menos salió poca sangre, el dolor en mi pecho se estaba haciendo más fuerte y mucho más doloroso, empecé a respirar con dificultad y noté la mirada de Carolina.

- Inma ¿estás bien?, te veo pálida-preguntó Carolina preocupada.

- Tranquila, estoy bien-dije calmándola.

En realidad no estaba bien, me levanté de la silla tambaleándome, al dar el siguiente paso caí al suelo y de repente lo vi todo oscuro.

Media hora más tarde...

Me desperté confusa en una habitación, giré la cabeza y vi que Carolina estaba a mi lado, se alegró al verme despierta y llamó a un médico, me empecé a incorporar porque en la postura que estaba me encontraba incómoda.

- Hola Inma, cómo estás, soy el doctor Alexander-dijo Alexander.

- Hola, pues creo que estoy bien-dije mirando a Carolina.

- Me has preocupado muchísimo-dijo Carolina.

- Inma, este ataque de pánico ha sido el más peligroso que has tenido, has tenido mucha suerte, pero ya sabes que no debes ponerte nerviosa-dijo Alexander.

- Es que no pude controlarlo, estaba preocupada por Daniel-dije triste.

- Hablando de Daniel, lo sacaron del quirófano, está estable, está descansando-dijo Alexander.

- Gracias a Dios-dijo Carolina aliviada.

Sonreí por la noticia, no me la esperaba, estaba a punto de levantarme cuando Carolina me detuvo.

- Inma, descansa, luego podrás verlo-dijo Carolina.

- Tiene razón Inma, tienes que descansar, ahora tendrás que beber mucha agua, si luego vemos que estás bien, podrás pasar a verlo.

Asentí y volví a tumbarme, Carolina y el doctor se fueron y me dejaron sola, cogí el vaso de agua que tenía en la bandeja y me la bebí entera, tenía mucha sed.

Adictos al Pecado (Inma y Daniel 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora