Capítulo 37: La charla

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Inma

Habían pasado tres días desde que Ana murió, estaba en casa tranquila, solo que estaba triste por Ana, pero hubo victoria en el juicio, William había perdido el juicio aunque se hubiese quitado la vida, va al infierno de cabeza.

Estaba desayunando cuando mi móvil sonó, tenía un mensaje de Daniel, casi se me cae el móvil al ver su mensaje.

"Tenemos que hablar"-dijo.

"Voy para tu casa"-le respondí.

Me cambié de ropa y me puse el abrigo, cogí las llaves del coche y me fui a casa de Daniel, cuando llegué respiré hondo varias veces, fui hasta su puerta y llamé, Daniel abrió la puerta, estaba serio y eso me asustó un poco, me dejó pasar y me senté en el sillón, Daniel se sentó en el sillón de enfrente sin quitarme los ojos de encima.

- ¿No te quitas el abrigo?-preguntó Daniel.

- Luego, ahora tengo un poco de frío-dije seria.

- Vale, lo primero de todo Inma siento no haberte creído, estaba harto de los obstáculos que habíamos tenido que luego cuando William nos contó que sabía lo nuestro me puse furioso contigo sin razón ninguna-dijo Daniel serio.

Me sorprendió lo que dijo, me esperaba una discusión de enfado, pero me sentí mejor.

- Jim vino a hablar conmigo, me contó todo, por eso aparecí en el juicio, me enseñó las pruebas y me arrepentí de haberme enfadado contigo-dijo Daniel acercándose.

Me sorprendió que Jim fuera a hablar con él, luego sentí que Daniel me cogió de la mano y la acarició, había echado de menos su tacto.

- No debí contarle a Ana nuestra historia, no la conocía y sentí que podía confiar en ella, pero cuando William se interesó en mí no quise contarte lo que pasaba para que no fueras a por él, no quería preocuparte-dije mirándole.

- ¿Estás mejor de las heridas?-preguntó Daniel.

- Si, ya estoy mejor-dije acariciando su mano.

- ¿Puedo abrazarte?-preguntó Daniel.

- Si-dije levantándome.

Daniel se levantó rápido y me abrazó con fuerza y yo lo abracé también, nos separamos un poco y me acarició la mejilla, unas lágrimas salieron de mis ojos, Daniel limpió mis lágrimas y me quejé porque me dolían un poco las heridas de mis ojos. Sentí que Daniel estaba más cerca de mí y su nariz rozó la mía.

- ¿Puedo besarte?-susurró Daniel en mis labios.

No contesté, asentí y Daniel me besó en los labios, sentí que su lengua era salada, era el sabor de mis lágrimas, sentí que sus manos bajaron y desataron mi abrigo, vi que Daniel me miró con sorpresa al ver que llevaba el vestido rojo de la discoteca.

- Dijiste que querías verlo puesto, así que me lo he puesto-dije sonriendo.

- Ven aquí-dijo Daniel sonriendo.

Me guio hasta su habitación y cuando cerró la puerta me miró a los ojos, había lujuria.

- Siéntate-dijo Daniel juguetón.

Me senté en la cama y Daniel se subió encima mío, se quitó la camisa y yo fui a desabrochar su pantalón cuando me detuvo.

- Ahora tengo el control, cariño-susurró Daniel.

- Está bien-dije rindiéndome.

Me besó en el cuello y me besaba como loco en los labios, él cogió mis manos y las puso en su pecho, las fue bajando por su abdomen y llegó hasta su miembro, jadeé al sentir lo duro que estaba, lo miré a los ojos y vi que me miraba con deseo mientras se mordía el labio.

- ¿Quieres verlo?-preguntó juguetón.

- Si-dije en un jadeo.

Daniel se bajó de mí y se desabrochó el pantalón junto con la ropa interior, me lamí los labios al verlo completamente desnudo, de repente sentí las manos de Daniel por mi cuello.

- Abre la boca cariño-susurró Daniel.

Como con la comida no se juega (y además estaba hambrienta de él), cogí su miembro y me lo metí en la boca sin pensarlo, escuché como Daniel gemía y apretaba mi cuello con sus manos, lo lamí sin parar hasta que Daniel me detuvo.

- Tócame-gemí.

- Quieres que te toque-susurró Daniel.

Asentí y sentí los dedos de Daniel subir por mis piernas, llegaron a mi intimidad y apartó la ropa interior, sentí sus dedos entrar y gemí de placer.

- ¿Te gusta?-preguntó Daniel juguetón.

- Mucho-gemí.

Daniel me bajó la cremallera del vestido y me lo quitó, caí en el colchón de la cama, él me quitó las botas y me bajó la ropa interior y empezó a besarme por el abdomen hasta subir por mis labios, rodeé su cintura con las piernas y sentí que entraba, nos miramos los ojos con ternura y volvimos a besarnos.

- Te he echado de menos-dije acariciando su mejilla.

- Yo también-dijo Daniel besándome de nuevo.

Empezó a moverse dentro de mí y clavé las uñas en sus hombros al notar que iba rápido, alcanzamos el orgasmo y Daniel cayó a mi lado y pasó un brazo por mi hombro.

- No dejaré que nos vuelvan a separar de nuevo-dijo Daniel.

Me incorporé y lo besé en los labios, coloqué mi cabeza en su pecho mientras lo abrazaba.

- Yo tampoco-dije acariciando su pecho.

- Te quiero Inma-dijo Daniel.

- Yo también te quiero Daniel-dije acariciando su pecho.

Sentí los dedos de Daniel acariciar mi espalda, nos acariciamos hasta que nos quedamos dormidos. 

Adictos al Pecado (Inma y Daniel 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora