Adictos al Pecado (Inma y Daniel 1)

Capítulo 24: El vencedor

Inma

Después de haber hablado con mis amigos me sentí más aliviada y tranquila, tuve que evitar a Daniel un poco para conseguir la cámara del baño, aproveché que nadie pasaba por el baño para coger la cámara, la desconecté y me la llevé corriendo a mi despacho, vi que cuando Daniel fue a buscarme y tuvimos nuestra sesión de toqueteo, eso quedó grabado, borré esa parte con rapidez, me dio mucho miedo ver el vídeo en el el jefe William vino a buscarme, pero pronto me quitaré al jefe de encima, le mandé un gmail a Aitor en mi cuenta personal enviándole el vídeo.

Tenía que hacer las maletas para el proyecto del hotel, las tenía casi preparadas, William nos dijo que Daniel y yo teníamos que alojarnos en el hotel para ver si es un buen hotel, fui a devolver la cámara al baño y al parecer nadie me vio, pero cuando llegué a mi despacho Daniel estaba allí.

- ¿Dónde estabas?-preguntó Daniel preocupado.

- Estaba tomando el aire-mentí.

- ¿Estás bien?-preguntó Daniel nervioso.

- Si tranquilo, estoy bien, es que estaba nerviosa por el proyecto y me fui afuera a tomar el aire fresco-mentí de nuevo.

- Tu tranquila, lo vamos a supervisar y haremos un buen proyecto-dijo Daniel.

- Yo quiero relajarme un poco, a la vez que hacemos el proyecto-dije masajeándome los hombros.

- También tendremos tiempo libre, podremos disfrutar del hotel a la vez que disfrutamos nosotros dos juntos-dijo Daniel seductoramente agarrándome la cintura acercándome a él.

- Lo sé, yo también tengo ganas-dije tocándole la nariz.

- ¿Quieres venirte a mi casa?-preguntó Daniel.

- No sé donde vives Daniel-le recordé.

- Yo te puedo guiar-susurró Daniel en mi oído.

Cerré los ojos del placer que sentía, incliné mi cabeza hacia atrás, noté los labios de Daniel rozar mi mejilla.

- ¿Qué pasa?-preguntó Daniel juguetonamente.

Daniel estaba volviendo a hacer trampas, no podía aguantar más con esta maldita tortura que Daniel seguía alargando, noté que Daniel me besaba en la mejilla y en el cuello, sentí que su mano bajaba acariciando mi cuerpo, sin detenerse noté que llegaba a mi intimidad, me tocó por encima de la ropa y sin poder controlarlo gemí un poco fuerte.

- Ya estamos en paz cariño-susurró Daniel en mi oído.

- Está bien tú ganas-dije recuperando el aliento.

- Venga vamos a casa-dijo Daniel mordiendo mi oído.

Se separó de mí y se fue de mi despacho cerrando la puerta, respiré hondo varias veces intentando recuperarme del calentón, fui recogiendo mis cosas y me aseguré de cerrar la sesión de mi ordenador para que nadie descubriese lo de la cámara, me fui a cambiar y me puse la ropa de calle que llevaba antes, me despedí de todos y salí al aparcamiento a por mi coche, Daniel me estaba esperando ansioso, vi que él también llevaba ropa de calle, una camiseta negra y unos pantalones de deporte, Dios le sentaba bien todo.

- Sigue mi coche, no te despistes cariño-dijo Daniel guiñándome un ojo.

Fui a mi coche y esperé a que Daniel arrancase, el trayecto fue un poco largo, pero las canciones que fui escuchando me fueron calmando, estaba nerviosa porque sabía que iba a pasar después.

Por fin llegamos a la casa, era muy bonita por fuera, aparcamos fuera mientras observaba sorprendida su casa, Daniel me guio hizo un tour por su casa, me gustaba mucho.