Capítulo 12: La propuesta

6 2 0
                                    

Daniel

Me quedé sorprendido de que Inma me tirase tan fuerte de la oreja, me sorprendió el rencor que me tenía, pero había conseguido que entrase en mi terreno, Inma no se iba a ir de rositas solo por apartarme de su silla, esperé el momento oportuno y ataqué, había visto su cara de desilusión al ceder, por dentro me sentí victorioso, mi segunda victoria del día.

Hoy es fin de semana, me encanta pasear por el parque de la Paz en Alcorcón, hay mucha gente, sobre todo niños corriendo, estaba muy estresado de los proyectos, pero también me alegraba estar con Inma a pesar de que ella no soporte mi presencia, ayer estábamos discutiendo, pero pronto la situación cambiará y será todo paz y amor.

Estaba sentando en un banco, contemplando el cielo, se estaba haciendo de noche, me levanté del banco para irme a casa y mis ojos vieron a una chica con pelo negro muy parecida a Inma, llevaba una chaqueta de cuero, un top negro y nos pantalones de cuero ajustados, iba muy enjoyada, y estaba escuchando música, cuando la chica levantó la cabeza vi que en realidad esa chica era Inma, me sorprendí al ver esa versión de Inma, estaba totalmente relajada y sonriente, iba con ropa que para ella se sentía cómoda, en Info + llevaba ropa más formal pero estaba igual de guapa.

Sé que esto es acoso, pero es que no tengo nada mejor que hacer, así que la seguí, iba caminando rápido, creo que tiene prisa en ir a un sitio.

Aceleré el ritmo de mis pasos y vi que llegaba a una puerta oxidada, llamaba a la puerta y vi que de su interior salía una niña pequeña, estaba confundido por lo que estaba pasando, esa niña tendría entre cinco o seis años, vi que Inma sacaba comida y agua de su bolso.

<<¿Qué estaría haciendo?>>pensé confundido.

Cuando vi que se despedían, me escondí y vi como Inma se daba la vuelta y recorría el mismo camino de vuelta. Salí de mi escondite y me puse detrás de ella sin parar de caminar.

- Inma-dije llamándola.

Vi que se detuvo y se dio la vuelta para mirarme, estaba asombrada de verme, se quitó los cascos y los guardó en su bolso.

- ¿Qué haces aquí?-preguntó confusa.

- La pregunta sería qué haces dándole comida a una niña pequeña-dije serio.

-¿¡Me has estado siguiendo?!-gritó Inma enfadada.

- Te vi de casualidad, pero luego quería saber que estabas haciendo y si te he seguido pero debí hablarte antes-dije arrepentido.

- Eso es acoso-dijo molesta.

- Lo sé, por favor déjame compensar, te invito a una copa-dije suplicante.

Sin embargo, Inma se lo pensó, me miró con una cara seria pero luego me miró de una forma extraña.

- Vale, está bien-dijo Inma.

- Conozco un bar aquí cerca, ven, sígueme-dije acercándome a ella.

Me puse al lado de ella, tenía tantas ganas de pasar mi brazo por su hombro para acercarla a mí, pero me contuve.

- ¿Quién era esa niña?-pregunté curioso.

- Es una niña que encontré en la calle un día, estaban a punto de mandarla a un centro de menores, encontré esa casa pequeña y le doy comida y agua, la cuido como si fuese mi hija-dijo Inma sonriendo.

- Es la primera vez que te veo sonreír de alegría-dije mirándola.

Ahí fue cuando cometí un error estúpido, su sonrisa desapareció y se puso seria de nuevo.

- No te acostumbres-dijo Inma seria.

Por suerte, llegamos al bar y pedimos vino, tras beber un poco el ambiente volvió a ser relajado, me entraban ganas de preguntarle por su vida pero me contuve, eso en otro momento.

- Quiero hacerte una propuesta-dije confiado.

- Espero que no sean amenazas-dijo Inma seria.

- No, Inma, sé que estás dolida y lo siento, no te merecías como te traté pero quiero que me des otra oportunidad, quiero demostrarte que he cambiado, sé que te pone incómoda nuestro pasado, pero cuando quieras hablar y desahogarte, te estaré escuchando-dije suplicante.

Inma me escuchó atentamente, sin embargo tardó en responder.

- Ya lo veremos, estarás en periodo de prueba-dijo Inma.

Su respuesta me disgustó un poco, pensé que alomejor aceptaría o me rechazaría, pero al menos se lo pensará, y eso me alegró.

- De acuerdo, acepto el periodo de prueba-dije aceptando-. ¿Puedo hacerte una pregunta?-pregunté.

- Claro-dijo Inma.

- El otro día cuando te vi, vi que tenías números tatuados, ¿son recuerdos?-pregunté.

La cara de Inma cambió, vi que la pregunta le había incomodado un poco, creo que esos tatuajes tienen que ver algo conmigo y de nuestro lío.

- Ese tema quiero que lo hablemos en otro momento-dijo Inma mientras bebía un poco de vino.

- Lo entiendo tranquila, no pasa nada-dije calmándola.

Nos despedimos del bar, esta vez no la seguí, me fui a casa, estoy deseando que llegue el lunes para volver a ver a Inma.  

Adictos al Pecado (Inma y Daniel 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora