01:DEVIL'S FRUIT

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[ CAPÍTULO UNO:  LA FRUTA DEL DIABLO ]


A RADNE LE PARECIÓ raro ver un barril flotando en medio de la superficie.

La joven sirena se propuso a ver que había quedado de aquella pequeña barca que había visto destruirse hacía pocos minutos. Bueno, quizás verla destruir tampoco era la palabra. Ella solo había intentado ver más de cerca aquel pequeño barco y al toquetearlo había desajustado una tabla.

Algunas piezas de fruta caían al mar, al igual que las demás reservas de comida de los humanos.

«No te acerques a los humanos»

Podía escuchar la voz de su padre en aquellos momentos. Radne tocó el barril con una de sus manos y pudo escuchar que había algo en su interior.

—¡No, no, no! —suplicó una voz masculina.

La sirena tras saber que había seguramente un humano dentro del barril se alejó rápidamente, nadando hasta las profundidades del mar. Tumbada en una roca se encontraba su única y mejor amiga, Moby, una foca que desde hacía varios años.

—Ha faltado poco — dijo Radne refiriéndose al humano.

La foca siguió tumbada sin hacerle mucho caso. Ese era el problema de las focas, no hablan y usualmente ignoran a las sirenas. Radne rodó los ojos y escuchó a alguien a lo lejos gritar su nombre.

—¡Radne! — se escuchó a lo lejos.

La joven sirena sabía perfectamente quién era. Aquata, su institutriz, por así decirlo. Después de todos los problemas que había causado Radne a su corta edad, el rey Neptuno había ordenado a la sirena mayor de cuidar de su hija. Y es que nadie en el reino submarino entendía a la pequeña. Todos habían sido educados para entender las reglas más básicas de las sirenas. Que en resumidas cuentas todas significan lo mismo. Los humanos son seres horribles y crueles que no dudaran ni por un segundo en matar a cualquier sirena.

Y es que todos en las profundidades temían a los humanos, tanto que Radne solo había escuchado sobre ellos algunas veces por sus tutores. A pesar de todas las amenazas, ella no podía sentirse hechizada por todos los objetos extraños que encontraba.

Pero sabía que Aquata no lo entendería.

Nadó rápido hasta donde ella, principalmente para que no se diera cuenta de que había tocado una nave humana.

—¡Buenos días, Aquata! ¿Qué tal has dormido? Había mucha corriente ¿no crees? Papá ha tenido algo que ver —dijo tratando de distraerla.

—¡Radne! — gritó su institutriz para que se callará de una vez —El rey me informa de que quiere veros en palacio —Radne bufó. —Ahora.

—No puede ser más tarde, tengo cosas que hacer como... — trató de pensar en algo rápido. —Ayudar a los caballitos de mar para que no pierdan a su madre.

Aquata la miró como siempre, como si estuviera loca.

—Eso es algo que la hija de Neptuno no debería preocuparse, acompáñeme, por favor.

«Hija de Neptuno, hija de Neptuno»

Es que no sabían decir otra cosa acerca de ella. Bueno sí, la rara de la familia real. La princesa desviada. Bobadas según ella. Al igual que los asuntos de palacio que poco le importaban a ella pero no quería enfadar a Aquata, mucho menos a su padre así que decidió seguirla.

 Al igual que los asuntos de palacio que poco le importaban a ella pero no quería enfadar a Aquata, mucho menos a su padre así que decidió seguirla

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Pirates & Mermaids |Monkey D. Luffy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora