20: LITTLE TIME

571 85 20
                                    


[CAPÍTULO VEINTE: POCO TIEMPO]


DESPUÉS DE CAMINAR DURNTE varios minutos por las paredes, el grupo apareció en una nueva habitación que parecía abandonada. Radne solo podía pensar en lo mucho que le recordaba a los barcos hundidos y se preguntaba si todas las casas humanas tendrían aquellos pasadizos. Kaya, que era la única que conocía la casa a la perfección, consiguió encender los interruptores dándoles un poco de luz a la sala.

—Es como de la familia. ¿Cómo no pude verlo? —exclamó la rubia sobresaltada. —¿Cómo no me di cuenta?

—No es culpa tuya —la consoló Nami. —Él se aprovechó de ti.

Radne se acercó a ambas y rodeó a Kaya pasando un brazo por sus hombros.

—Ahora tenemos que salir de aquí —dijo la sirena. —¿Crees que Luffy y Zoro estén bien?

—Zoro sí, seguro que está bien. Luffy... —divagó un poco la pelirroja. —Parece estúpido, pero sabe qué hacer en estos casos. No creo que haya que preocuparse.

Radne sonrió tímidamente solo para ver cómo Kaya se dirigía a un cuadro tapado con una sábana en la pared. Parecía que nadie había entrado en aquella habitación durante años. De un solo movimiento, la rubia quitó dicha sábana, dejando a la vista un antiguo retrato familiar, con dos señores rubios que a la joven sirena le recordaron a Kaya.

—¿Qué pensarían de mí? Se sentirían decepcionados — dijo la rubia mirando el retrato de sus padres.

Radne también pensaba eso, no sobre los padres de Kaya, sino sobre su propio padre. ¿Qué pasaría si descubría que tenía piernas? ¿Qué pasaría si descubriera que no era normal? ¿Qué pasaría si descubriera que muy dentro de ella quería quedarse así, con sus compañeros, viviendo aventuras, visitando diferentes islas, con Luffy?

Radne de verdad pensaba que era una decepción para su padre.

En ese momento, escucharon unos pasos acercándose a la habitación donde se encontraban.

—Por aquí —avisó la dueña de la casa.

El grupo se escondió en diferentes sitios, Kaya y Nami debajo de una mesa, y Radne y Usopp detrás de unas cortinas.

—Todas las casas humanas tenéis pasadizos o...

Los tres chistaron a la sirena. Ella misma se tapó la boca con ambas manos, quedando la habitación completamente en silencio. Los pasos de Kuro se escuchaban cada vez más cerca, el golpe de sus cuchillas hacía recorrer un escalofrío de puro temor en Radne.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Luffy y Zoro habían conseguido escapar de la Marina, lo cual no fue muy difícil al fin y al cabo. Para Luffy, era de vital importancia regresar y salvar a sus amigos, teniendo en cuenta que había un pirata sanguinario suelto. El peliverde, sin mucho esfuerzo, consiguió abrir la puerta a pesar de las medidas de seguridad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 10 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pirates & Mermaids |Monkey D. Luffy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora