10: SISTERS

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[CAPÍTULO DIEZ: HERMANAS]


RADNE NO FUE LA primera sirena extraña. Fue Riku.

Riku era conocida en Atlantis por su fascinación por el mundo humano, recoger objetos perdidos de barcos hundidos y pasar más tiempo en la superficie que bajo el mar. Era una época en donde las sirenas tenían total libertad para ir a la superficie, y Riku era quien mejor lo aprovechaba.

Era aventurera, valiente e intrépida, lo que para muchas sirenas les causaba rechazo a la pequeña Radne, la adoraba. Ella todavía era demasiado pequeña para salir de Atlantis, debía esperar hasta los quince años para poder salir sola de los límites de la ciudad. Por ello siempre esperaba con ansias la llegada de Riku de sus expediciones a la superficie. Le contaba relatos de tormentas y navíos hundidos, de tesoros y utensilios brillantes además de siempre volver con una alegría contagiosa para la pequeña.

Las grandes puertas de Atlantis se abrieron de par en par dejando pasar a una joven sirena de pelo oscuro.

—¡Riku! ¡Es Riku! ¡Ya ha vuelto! — exclamó Radne que miraba a través de un pequeño hueco entre las paredes.

Sin pensar dos veces salió por aquel pequeño hueco escuchando los gritos de su institutriz, Aquata, que siempre le decía que no podía salir mientras ella le daba clases.

Radne sin importarle las amenazas de su superiora, nado rápidamente hasta donde Riku se encontraba que nada más verla ella también nado para abrazarla.

—¡Radne! — exclamó la mayor de las dos. —Cuánto has crecido ¿no? Si solo me he ido tres días.

—Han sido dos semanas, Riku.

—¿Enserio? Aún así me alegro tanto de verde. Te va a encantar todo lo que encuentres.

—¡Radne! —exclamó Aquata a lo lejos. —¡Oh! Hola Riku —dijo mirando a la chica de arriba a abajo. —Veo que ya has regresado de tus... expediciones. Pero Radne va muy atrasada con respecto a las demás sirenas de debe de volver a sus clases.

—Oh..¡Vamos, Aquata! —se quejó la rubia.

—Sí. Vamos, Aquata — le siguió el rollo Riku. —Deja a Radne que se salte las clases solo por hoy, hace siglos que no nos vemos.

Aquata se cruzó de brazos. Detestaba la insolencia, el poco respeto a la autoridad de Riku y temía de todas las formas posibles de que Radne acabara como ella.

—De ninguna manera — sentenció finalmente.

La cara de Riku se oscureció, Radne la miró de reojo y por un momento pensó que ese era el final de su encuentro. Ella debería volver a sus clases y ya más tarde vería a Riku sin la presencia de la odiosa institutriz.

Pero Radne conocía muy bien a Riku y sabía que ella no se rendía tan fácilmente. La mayor la tomó de la mano con fuerza.

—¡Nada rápido! — exclamó Riku antes de comenzar a nadar a toda velocidad con la más joven de su mano.

Radne tardó unos segundos en darse cuenta de la situación y comenzó a reír cuando escuchó las maldiciones de Aquata a lo lejos. Miró a su amiga que miraba de vez en cuando hacia atrás para comprobar que Radne estaba bien y por si algún guardia les perseguía.

Radne no tenía muchos amigos pero le daba igual. Con tener a Riku le era más que suficiente.


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Pirates & Mermaids |Monkey D. Luffy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora