02:STRAW HAT BOY

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[CAPÍTULO DOS: EL CHICO DEL SOMBRERO DE PAJA ]


LAS MIRADAS DE RADNE y el chico con sombrero de paja se cruzaron.

No sin antes el chico de gafas le lanzará un saco que acababa de romper son sus propias manos.

—Ponte esto.

La rubia tomó el saco entre sus manos y lo miró fijamente.

—¿Por qué?

—¡Estás desnuda! — exclamó el pelirrosa.

Radne no sabía muy bien a qué se refería con "estar desnuda". Las sirenas siempre estaban desnudas. Bueno, las escamas y las colas de sirenas cubrían todo lo que los humanos llamaban "partes íntimas". Así que Radne nunca se había preocupado de llevar ropa.

—¡Tú también! — exclamó mientras lo señalaba. —No sé qué significa "estar desnuda" pero si es un insulto, tú también, por si acaso.

El gafotas se dio un manotazo en la frente por la estupidez de la chica. La rubia no tuvo otra opción de vestirse con el saco. El chico del sombrero de paja trató de ayudarla y rompió el saco haciendo tres agujeros para cabeza y brazos.

—¡Ya está! —dijo con una sonrisa. — Bueno, ¿entonces hay comida o no?

—No se puede comer hasta que Alvida termina — dijo el chico de gafas.

—¿Alvida?

—El barco es suyo. Es una capitana pirata.

—¡¿Pirata?! — exclamó asustada Radne. —¿Estoy en un barco pirata? — dijo señalando el suelo. —¿Sois piratas? — dijo señalando a cada uno de los chicos.

—¡No! — dijo el más bajito.

—¡Sí! — dijo el más alto.

Radne miró de arriba a abajo al último. Por las pocas descripciones que había escuchado sobre piratas, la joven sirena podía confirmar que aquel chico que estaba delante suyo no era ni de lejos un pirata.

—¿No tienes pinta de pirata?

—¿Y qué pinta tienen? — preguntó el chico mientras se metía un pedazo de pan en la boca.

La chica se quedó pensativa. Nunca había visto a un pirata pero sabía que daban miedo. Y aquel chico sonriente no daba miedo ni aunque quisiera.

—Son escoria — comenzó a decir el más pequeño. —Son ladrones y asesinos.

—Eso — dijo Radne dándole la razón.

El chico del sombrero de paja vaciló un poco.

—Los que yo conozco, no.

¿Podría ser verdad? ¿Podría haber piratas buenos?

—No lo entiendo ¿Por qué querría alguien ser un pirata? —preguntó el chico de gafas.

El chico más alto abrió los ojos de par en par.

—Es lo mejor que hay. Tienes... el viento soplando, el aire salado, a tu tripulación contigo. Y un horizonte a lo lejos. Te permite ser... libre.

Radne se quedó embobada mirando al chico. Sus palabras parecían ser todo lo que había estado buscando en su vida. Le recordaba a las viejas historias que le contaban las sirenas más mayores acerca de las misteriosas criaturas de las profundidades o de las leyendas de la Grand Line.

Según ese chico ser un pirata parecía ser tan... Increíble.

Pero la chica sacudió la cabeza rápidamente, eso iba en contra de todo lo que alguna vez había creído además de que había escuchado alguna vez alguna batalla pirata o había visto cadáveres de marines en el fondo del mar. No, no podían ser buenas personas.

Pirates & Mermaids |Monkey D. Luffy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora