- CAPITULO 3:

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"Oh baby i am a wreck
when i'm without you
I need you here to stay
Broke all my bones
That day i found you
Crying at the lake"
Line without a hook- Ricky Montgomery

Unos finos rayos de sol se colaron entre las hojas del oscuro bosque dándome justo en la cara, específicamente en los ojos haciéndolos abrir.

Lentamente abría los parpados y los cerraba hasta que conseguí dejar los ojos abiertos.

Giré mi cabeza hacia la izquierda y solo vi un tronco lo que me hizo saber que estaba en el mismo sitio que cuando desmayé, pero no podía ser posible.

Yo no podía estar viva. Vi a Saruman con mis propios ojos, delante de mis narices. No entendía nada.

- Rae...- escuché una voz grave y profunda muy reconocible decir mi nombre. No podía ser. Giré rápidamente mi cabeza hacia el otro lado para encontrarme a Gimili.

- ¿Gimili? ¿Qué...? - estaba de pie a unos pasos de mi. La alegría me inundó el cuerpo. Intenté incorporarme pero me hice daño en la cabeza pero no hizo falta porque el se acercó corriendo para agacharse a mi lado y rodearme el cuello con sus brazos.

Yo me quedé reprocesado lo que estaba pasando pero le devolví el abrazo.

- Pensábamos... Pff. Hemos pensado tantas cosas.

- No entiendo nada. Yo... espera. - entonces me acordé de mi rodilla. Me incorporé y apoye mi espalda en el tronco del árbol. Respire hondo antes de tener que mirármela de nuevo pero cuando lo vi mis ojos se abrieron. - ¿QUÉE? - grité. No era posible. Mi rodilla. Mis ojos no estaban bien eso estaba claro. Estaba perfectamente curada. Solo manchada de sangre y una gran cicatriz descansaba pero ni rastro de herida abierta. - Es imposible...

Mire a Gimili. Este la miraba asombrado mi rodilla. - Cuando te encontramos estaba abierta. - me incliné para tocarla. Dolía si hacía presión pero no todo el rato. Probé a ponerme de pie a lo que Gimili me ayudo. Rodeó sus brazos en mi cintura y me puso de pie.

- Apenas me duele. - dije. - Es imposible. Anoche estaba abierta. - probé a andar y con los pasos me empecé a acostumbrar a andar de nuevo tras cuatro días. Entonces me giré a mirar a Gimili. - Han pasado muchas cosas.

- En tan poco tiempo. - me contestó. Sin razón alguna, mis ojos empezaron a derramar lágrimas. Nunca me había alegrado tanto de ver a alguien conocido. El enano se acercó a mi.- Hay algunos que tienen más ganas que yo de verte bien.

Señaló entonces hacia delante y cuando miré me encontré a Aragorn a unos cinco metros. Este no se lo pensó dos veces y vino corriendo hacia mi en lo que yo empezaba a caminar hacia el.

Me abrazó como si no quisiera soltarme nunca de sus brazos. Mis brazos rodeando sus caderas sin querer despegarme.

Estaba segura. Estaba con mi familia. Aragorn se separó y me agarró la cara con las manos a lo que el también tenía las mejillas y ojos mojados.

- No,no... - intentaba hablar pero no le salían las palabras. Yo solo sonreía, el dolo verle. - No nos vuelvas a dar esos sustos. - y volvió a abrazarme muy fuerte. De pronto, las lagrimas de alegría y reencuentro se me transformaron en el dolor y presión que había pasado estos últimos días.

Siempre Juntos [El Señor De Los Anillos «Legolas»]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora