Capítulo 12

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12.

Alfred me miró sorprendido. Scott entró a la casa, no venía muy contento que digamos, y se quedó mirándome, dejando caer el cigarrillo de su boca al verme sentado en el living de la casa. A decir verdad, no nos vemos de hace mucho, y no éramos los hermanos más unidos que digamos, en realidad, la gran parte de mis traumas son gracias a mi hermano mayor, que a pesar de no ser tan mala persona, si es muy cruel y distante con las personas, en general. Nos mira de reojo, y pasa a la cocina. Ignorando nuestra presencia, aunque al parecer, al pasar por nuestro lado miró de manera despectiva a Alfred.

Alfred toma mi mano y luego se recarga en mi hombro izquierdo, al parecer tiene sueño. Lo miro, se ve tierno desde este punto de vista, parece un cachorrito travieso que ya está cansado. Se le notan leves ojeras, aunque no desentonan con su hermoso rostro y se esconden levemente bajo sus anteojos cuadrados que están un poco empalados con el viaje y la brisa marina del lugar. Peter entra corriendo, y se come una galleta del plato de la mesa de centro, y las restantes las guarda en los bolsillos de sus pantalones cortos. Me enseña la lengua y se va corriendo a la cocina, donde duerme con mamá.

Aparece Scott, bebiendo un vaso de jugo natural y mirándonos con sus profundos y penetrantes ojos verdes, que en mi infancia tanto me intimidaron y en mi adolescencia tantos tormentos me causaron. Aun así, sigo pensando que hay bondad en él. Se sienta en el lugar que estaba mi madre y deja el jugo sobre la mesita de centro. Posteriormente apaga so cigarrillo en el cenicero, que es una concha marina que seguramente recogieron de la playa. Se acomoda los codos sobre sus rodillas, y de esa manera queda mirando profundamente Alfred, como si algo tuviese este que causo tanta curiosidad en mi hermano mayor. Sigo acariciándole el rostro y el cabello a Alfred, mientras este ronronea como un gatito, o por lo menos simula el ronroneo de un pequeño felino, sin percatarse de la presencia del pelirrojo en este preciso instante.

-¿Así que este es tu novio? – preguntó Scott, escupiendo las palabras luego de un rato de analizarnos.

-¡No es mi novio!... aún – digo tristemente, mirando como Jones se hace el dormido. ¿O tal vez ya se durmió?

-Como sea. ¿Y quién es la chica?... Para que pregunte si es obvio.

-Ah no molestes, Scott

- ¿Qué?, ¿Acaso te da muy duro por las noches contra la almohada, los muros y el piso?

-Tú sí que eres cruel cuando te lo propones.

-Y tú cumples todas las metas que te propones, conejo.

-¿A qué te refieres?

-Ah, por favor, Arthur. Podrás engañar al reino entero, pero no a Scott Kirkland. Acaso no eras tú el que decía cuando niño "Yo creceré y seré la reina, todos me conocerán y saldré en la tele"

-No te comprendo.

-¡No te hagas el idiota! Saliste en la portada de los diarios, el televisión nacional, ¿Acaso crees que no me di cuenta, Arthur? ... ¡o tengo que llamarte Alice, la amante del príncipe de Espadas!.

-Aunque tengo que reconocer que el vestido te quedaba bien, parecías toda una puta en peligro... oh, verdad que es lo que eres.

-¡Scott!

-Yo sé por qué estás aquí, ¡Te ocultas! Pero mamá ya no tarda en enterarse...

-No te atreverías.

-¿ Ah no? ... ¿Ya olvidas lo que pasó con Francis?

-No me lo recuerdes.

-Era tu único amigo, peleaban, incluso se gustaban mucho ¿Y qué pasó? Te dejó, te olvidó, y te reemplazó.

♤ Cardverse :  Reino De Espadas  S.XXI || UsUk ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora