Capítulo 19

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19.

Realmente no es temprano, pero tampoco es tarde. Tan solo es una mañana tranquila. Despierto y no veo a Alfred junto a mí, ya se ha levantado, quizá a hacer sus asuntos reales. La luz pega fuertemente por el ventanal que da al balcón de la habitación. Me estiro un poco más, y me volteo con la intención de levantarme. No quiero hacerlo.

Me volteo una vez más, me digo a mi mismo:

"YA, ARTHUR... A LAS 1... A LAS 2.... Y A LAS 3..."

Salto de la cama, y me dirijo al baño a lavar mis dientes. Luego de esto, regreso a la habitación, me coloco mi pantalón, zapatos y mi camisa, sin abrocharla. Hoy es mi titulación, y debería estar nervioso, pero en realidad estoy calmado.

Me asomo por el inmenso ventanal que da al balcón de la habitación del príncipe Jones, con quien me desposaré dentro de breve. Esta mañana es mi titulación, dentro de una hora y media comenzará la ceremonia. Tan solo me he puesto mis pantalones y zapatos. Debo colocarme la camisa que está sobre un elegante biombo azul con adornos de oro y pequeños relojes adornados con cobre. Voy por mi camisa, y luego regreso al ventanal, lo abro y dejo que un hermoso y pequeño gorrión azul se pose sobre la palma de mi mano. Es una cálida mañana de abril. Las aves revolotean, el sol alumbra débilmente, y los universitarios de último año terminan sus prácticas y se titulan.

Bueno, soy la excepción. No hice mi práctica, y debía haberme titulado en el campus, pero dadas las circunstancias, recibiré de manera personalizada en una ceremonia íntima, mi licencia de pre grado universitario. Ahora que lo pienso, creo que no me servirá de mucho, pero aun así, estoy lleno de dicha, ya que por fin todos mis esfuerzos durante los años de universidad, por fin hayan dado frutos.

Recuerdo que, mientras se suponía que debía hacer mi práctica, me escondí junto al príncipe de espadas en la casa de mi madre. Como llevo mi marca real de espadas y Alfred lleva la suya, debemos casarnos, ya que el reino y todos sus habitantes corren un enorme riesgo de cual no están enterados. Independiente de todo esto, soy feliz de poderme casar con la persona que realmente amo, me corresponde su amor, y a quien le he entregado todo, y no dudaría en dejarlo todo por su bienestar.

Acaricio la cabeza del pajarito, quien canta alegremente. Escucho unos pasos acercarse bruscamente. La puerta se abre de golpe, asustando al ave, quien vuela lejos del lugar.

-¡Vaya! , buenos días mi querida princesa

-¡Callate idiota!... No soy princesa

-Ah Arthie... ¡claro que lo eres!, te casarás con el príncipe, tienes la marca real y .... "ACARICIABAS UN AVE COMO EN LOS CUENTOS DE HADAS"

-¡Eso no me hace una...!

-¡Claro que sí!... solo te faltó cantarle al pájaro.

-Ya vasta... ¿vienes a molestarme?

-No cariño. Venía a ver si ya estabas listo. Te necesitan allá abajo. Se supone que por el protocolo real, debería haber venido alguna sirvienta o algo a verte... ¡Pero yo me ofrecí!

-Oh... ¿y a su alteza no le molesta?

-Para nada... necesitaba darte los buenos días.

-¿Y por qué no me despertaste temprano para eso?

-Te veías tan hermoso durmiendo, no quise molestarte.

-No es una molestia... me hubiese gustado despertado de todos modos.

-¿Y dejar de apreciar tu belleza natural matutina reflejando tu hermosa piel con el sol naciente?

-Vaya que tienes buen dialecto cuando se trata de alagarme

♤ Cardverse :  Reino De Espadas  S.XXI || UsUk ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora