♤ Cardverse : Reino De Espadas S.XXI || UsUk ||

Capítulo 18

18.

Estaba Sentado en el hermoso jardín trasero al costado del escritorio de Alfred. Bebía una taza de té, mientras terminaba de llenar la papelería con mis datos, para que luego Yao lo envíe al registro civil, y de esta manera estén listos para venir al palacio. A pesar de ser una boda preparada con muy poco tiempo, hay muchas personas trabajando y cuidando todos los detalles. Trabajan cuidadosamente en el color y tono específico de los manteles, las mesa de regalos, los arreglos florales de la catedral del reino, del palacio y de el vehículo que nos llevará de un lugar a otro, artículos de animación, el pastel, el traje de los testigos, padrinos y de los invitados principales; en este caso Scott, Mi madre, Peter y Matthew, el menú de las mesas y tornaboda, el coro para la iglesia, etc... un sinfín de tareas que se deben llevar a cabo para que la boda del príncipe de espadas y yo, un chico común y corriente que solo lleva la marca real de espadas, tengan la boda más hermosa y memorable del siglo.

Dejo mi taza en el plato, y siento que unos brazos rodean mi pecho, y en mi hombro apoyan su cabeza. Me volteo a besarle. Es Alfred. Junto mis labios con los suyos, luego él abre su boca y juega con su lengua, la introduce en mi boca a la vez que se enreda con la mía. Se produce un juego, el cual pierdo cuando Alfred pasa bruscamente su lengua por detrás de mis dientes. Gimo y pego un saltito, mientras Al suelta una leve carcajada. Luego le doy un tierno y corto beso. Él sujeta mi cabeza para intensificar el beso, y nuevamente caemos en ese hermoso juego, solo que esta vez, Alfred atrapó mi labio inferior con los suyos, mientras yo lamía su labio inferior. Mi corazón se aceleraba, haciéndome arder intensamente y llenándome de regocijo. Nos separamos por mi fala de Aire. Alfred se preocupó y me acarició una mejilla.

-Oh no, Respira Iggy.

-Estoy bien. Estoy feliz

-Aww ¿por qué?

-No preguntes estupideces. Si ya sabes por qué, no me hagas decirlo.

-Te ves tan lindo cuando te pones así... No puedo esperar a que estemos casados, ¡va a ser hermoso!

-Así es, será el momento más feliz... no es como que quiera estar casado contigo, ¡bloody git!

-Awww ¿lo ves?! Eres demasiado lindo!

-¡Callate!... E...Es solo, que siempre esperé ese momento, desde muy pequeño, y bien, pronto se hará realidad.

-De todos modos te haré feliz. Te lo mereces después de todo lo que has tenido que pasar, y todo el sacrificio que has hecho a lo largo de tu vida.

-Ya no te pongas gay... que me emociono, idiota.

-Hahahah, no te preocupes, cariño.

Alfred se quedó junto a mi hasta que terminé de tomar mi té y llenar los papeles del civil con mis datos. Luego llamó a Yao, quien los recogió y nos guio hasta el salón principal, donde todos estaban de un lado a otro, moviendo mesas, colgando flores, alistando detalles y colgando telas preciosas para decorar el lugar. Diseñadores de interior, floritas, entre otros, se acercaban a Alfred, hablándole cosas que yo no entendía. ÉL sonreía y les respondía sus dudas, luego se despedían con una leve reverencia y seguían su trabajo.

Yao me pide que le siga, ya que el modista necesitaba ver algunos detalles para mi traje de bodas. Es una chaqueta normal, morada, con una larga cola en la parte posterior. Los pantalones están hechos del mismo color y mismo material. Unas botas con leve tacón y un pequeño sombrero del cual sale un largo y hermoso velo morado con brillos y gemas azules. El traje es hermoso. Le hacen unos arreglos en las mangas, y luego me lo quito para que lo envíen a coser y ajustarle dichas parte de la prenda que habían marcado con alfileres. Salgo del salón en el que me estaba probando mi ropa, y camino hasta donde estaba mi madre, sentada en un elegante sofá en el salón de tres chimeneas. Estaba tomando té y conversando con Alfred. La verdad, me gustó mucho verles conversar. Me acerco hasta donde están, me siento junto a mi madre, ella sonríe y acaricia mi flequillo.