CONOCIÉNDOTE (Sanzo/Zosan +18)

3. Maricas y atrevidas

Zoro despertó con el ruido de la alarma, cogió el teléfono para apagarla y revisar los mensajes que tenía de la noche anterior. Al parecer Luffy había metido a un chico nuevo en el grupo de amigos. Bloqueó el teléfono se desperezó y medio dormido se dirigió al baño a cambiarse con la camiseta y los vaqueros que encontró en el suelo bajo su cama.
Salió del baño y se dirigió a la cocina, estuvo rebuscando por las alacenas y la nevera algo de comer pero no encontró nada más que dos latas de cerveza, una botella de vino y una de ginebra ya casi vacía. Cogió una de las cervezas, sus llaves, el equipo de kendo y salió del apartamento.

Mientras bajaba las escaleras se encontró con Iva, su vecino del segundo B.
Zoro vivía justo encima y las noches que organizaba fiestas siempre escuchaba como él y sus amigas bailaban y cantaban canciones de las grandes divas del pop estadounidense de los 80.

- Buenos días Zoro - saludó alegremente Ivankov que se encontraba buscando las llaves de la puerta de su apartamento.

- Buenas - dijo Zoro algo seco mientras se rascaba la nuca - ¿mucho trabajo esta noche?

- La verdad es que no, todo bastante muerto cielo aunque espero remontar. Tengo grandes ideas para el negocio y esta misma semana tendremos el primer espectáculo drag del bar maricas y atrevidas. Lo monto con Bon Clay, ya sabes como es, siempre tiene grandes ideas - indicó Ivankov con una risilla mientras abría la puerta. - ¿primer día de clases?

- Sí

- Pues no te entretengo más guapo, que tienes prisa. Ay no, espera - dijo metiéndose en el apartamento mientras le hacía a Zoro un gesto con la mano para que le siguiera

Ivankov o Iva para las amigas como él mismo decía era alto, llevaba siempre una enorme peluca morada y rizada, un collar de perlas y un maquillaje muy recargado, con unas enormes pestañas postizas. Zoro lo conoció al poco de llegar al edificio, una noche que no quería entrar en su piso ya que Teach estaba dentro y no se sentía con fuerzas para verle. Iva salía a la farmacia y se encontró con Zoro sentado en las escaleras perdido en sus pensamientos. Le pidió el favor de acercarse a la farmacia a por medicamentos para la gripe ya que él no se encontraba bien y le dio el dinero y la receta. Al peliverde le pareció un idiota por fiarse de un desconocido y darle el dinero en mano pero aún así fue a hacerle el favor ya que era tiempo ganado para estar fuera de casa. Cuando volvió con la medicación Iva se lo agradeció con una cena y le dejó quedarse a dormir.
A partir de ese momento se estableció una relación bastante cercana entre ellos y lo cierto es que Iva se preocupaba por Zoro y le ayudaba siempre que podía, sabía que era un buen muchacho y que no se encontraba en la mejor situación.

La casa de Ivankov era en cuestión de metros y distribución exacta a la de Zoro pero con una decoración muy distinta. Los muebles también eran viejos pero no se veían sucios y estaban bastante cuidados, tenía las paredes llenas de cuadros y dibujos, unos maniquís en el salón junto a la máquina de coser, un sofá tapizado en rosa en el que Zoro había pasado más de una noche, una alfombra gigante y figuritas en cada mueble que había a la vista. Definitivamente a Iva le encantaba la decoración estrambótica y rococó.

Rebuscaba entre los asientos del sofá, los cajones de la mesa y todo sitio en el que se le ocurrió mirar. Cuanto terminó se acercó hacia el peliverde dando saltitos.

- Toma y no se te ocurra replicar Zorito - dijo Iva mientras colocaba en su mano unas monedas

- Iva, no necesito...

- Calla, coge el dinero y úsalo para comer algo en la cafetería con tus amigos que dudo que lleves nada encima

- De verdad que no puedo aceptarlo - replicó Zoro pero al ver en la expresión de Ivankov el inicio de una larga pelea sin sentido por el dinero, como tantas otras veces decidió aceptarlo. - Está bien, gracias Iva te lo devolveré en cuanto pueda.