14. Desbroce

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⚠️ A lo largo de todo el capítulo se habla sobre autolesión, agresión y abuso por lo que si es un tema sensible mejor no lo leas y salta al siguiente ⚠️

Sanji se despertó al medio día. Le había costado conciliar el sueño la noche anterior y pasó gran parte de esta dando vueltas por su cuarto mientras anotaba cada detalle alarmante que recordaba de la casa o el comportamiento de su novio.
Se levantó cansado y decidió ducharse antes de bajar a comer algo.

Sabía que su abuelo ya no estaría en la casa y ahora que el Baratie había abierto sus puertas se verían menos por lo que no se molestaría en avisarle de que saldría, lo más probable era que llegase antes del regreso de su abuelo.
Además Zeff le había quitado el teléfono y Sanji no sabía su teléfono de memoria ni el del restaurante.

Cuando terminó de vestirse tras la ducha bajó las escaleras, calentó unas sobras que devoró en tres minutos y salió de su casa para visitar a Nami. Realmente esperaba que entre los dos encontrasen solución a los problemas de Zoro o que la pelirroja por lo menos lo calmara quitándole hierro a sus preocupaciones, aunque esta última opción no se le hacía muy realista.

Tras el trayecto en bus y el largo paseo hasta la casa de Nami el rubio llamó a su puerta, siendo recibido por Bellemere.

- ¡Sanji! ¡Que alegría verte!

- Hola Bellemere, lo mismo digo - dijo Sanji algo distraído mientras miraba hacia el interior de la casa por encima del hombro de Bellemere - ¿Está Nami? Había quedado con ella hoy

- Sí claro, ya me avisó de que vendrías. Está con Nojiko en el huerto, puedes ir a buscarlas si quieres

- Gracias - el rubio rodeó la casa y se dirigió al huerto en busca de su amiga.

Encontró a Nami casi al final de la finca junto a Nojiko desbrozando la zona.

- ¡HOLA! - Gritó Sanji mientras hacía aspavientos para que la pelirroja notase su presencia sobre el ruido de las máquinas de desbroce

- Ah hola, no te había visto - dijo Nami apagando el corta bordes, sacándose las gafas de protección y limpiando su frente con su brazo - Uff vayamos a hablar a otro lado. Dame 10 minutos para arreglarme y salimos.

Sanji esperó en el porche de la casa hasta que salió su amiga cambiada y duchada.

- Bien, hay un bar cercano a la parada del bus que tiene buenos precios. Podemos ir hasta allá para hablar con calma

- Me parece una buena idea

Al llegar al local se sentaron en la terraza y Sanji sacó su tabaco y la libreta en la que había anotado durante la noche todo lo que se le había ocurrido sobre el espadachín.

- Mira Nami no he pegado ojo, nuestra charla de ayer me ha dejado muy preocupado - abrió la libreta y se la pasó a la pelirroja para enseñarle sus anotaciones - esto es todo lo que recuerdo que me haya llamado la atención. Échale un vistazo a ver que opinas.

Al terminar de revisar las notas Nami le pasó los apuntes al rubio de nuevo.

- Oye Sanji tienes que relajarte. No te voy a mentir diciéndote que Zoro está bien porque no lo creo pero él tampoco se deja ayudar por lo que no puedes volcarte en solucionar su vida

- ¿Y que hago entonces? ¿Lo dejo correr? ¿Si a ti no te ha dicho nada en dos años por qué me iba a contar nada a mi?

- No lo sé pero tú mismo me dijiste que a Zoro se le hacía fácil hablar contigo, eso ya es algo.

- Bueno pero que opinas de mis notas ¿se te ocurre que es lo que puede pasarle?

- Bueno... tengo sospechas de que se hace daño a si mismo

CONOCIÉNDOTE (Sanzo/Zosan +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora