46. Vinsmoke

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Sanji notó como la sangre se le calentaba y una corriente eléctrica subía por su espalda al escuchar la ronca voz de Zoro contra su oreja susurrándole.

Acercó sus labios con la imperiosa necesidad de besarle pero el peliverde alejó el rostro y sonrió.

- Vas a tener que ganarte los mimos cejillas - su mano izquierda soltó la solapa de la camisa y se acercó a los cabellos de Sanji. Tiró de ellos obligando al rubio a echar su cabeza hacia atrás, exponiendo su cuello. Zoro no se lo pensó dos veces, comenzando a lamer y morder la blanca piel ajena, dejando marcas allá por donde su boca pasaba.

A Sanji se le comenzaba a dificultar respirar por la excitación del momento. Nunca le había pedido a su novio que subiese el nivel de agresividad en la cama porque le daba bastante vergüenza, y aunque era cierto que el peliverde algo intuía el cocinero quería ir un paso más allá y probar hasta dónde estaría dispuesto Zoro a llegar si se lo pedía. 

⚠️⚠️⚠️INICIA CONTENIDO MADURO:SEXO CONSENTIDO⚠️⚠️⚠️

Hizo que se pusiera de pie, liberando su cuello y mechones rubios, posicionándose frente a él con una sonrisa chulesca que hacía que se preguntara qué demonios pasaría por la cabeza de su pareja en esos momentos.
Zoro se mantenía completamente vestido al igual que Sanji que simplemente llevaba la camisa abierta.
El peliverde se acercó nuevamente para lamer la oreja del rubio mientras Sanji acercaba la mano al bulto ajeno para estimularlo.
Antes de poder tocarlo fue detenido por la mano del espadachín que sujetó su muñeca impidiéndole mover el brazo.

- No seas ansioso cocinero que no he dicho que puedas tocarme

- No necesito tu permiso marimo - dijo con una sonrisa. Zoro le arrastró con fuerza hacia su cuerpo, pegándose a él para darle un fuerte azote en el culo que provocó en Sanji un ahogado jadeo, dejándolo completamente manso

- Señor marimo para ti - le dio la vuelta y restregó su miembro contra el culo del cocinero. Notó como el pulso de su novio estaba disparado y pequeños jadeos se escapaban de sus labios. Mordió la oreja de Sanji por derás y volvió a susurrarle con voz grave - vas a portarte bien y te vas a ir derecho a la habitación. Vas a quitarte la ropa y me esperarás completamente desnudo en la cama ¿has entendido?

Sanji asintió completamente excitado, le estaba gustando mucho el jueguecito de Zoro. Notó como agarraba nuevamente su pelo y tiraba de él hacia atrás, obligándole a apoyar la cabeza sobre su hombro.

- No te he escuchado cocinero ¿has entendido si o no?

- Sí - respondió con la voz ahogada. El peliverde le soltó y Sanji fue directo a la habitación dispuesto a cumplir las órdenes. Se sentó en el centro de la cama tras desnudarse con las piernas cruzadas y pasó su mano por la frente intentando calmarse. Le estaba costando creer que con simples susurros, mordiscos y un azote se hubiese puesto ya completamente duro y con el corazón desbocado por la excitación.

Poco después entró Zoro al cuarto cerrando la puerta, llevaba una pequeña caja en las manos.
Le miró de arriba abajo con su característica media sonrisa y Sanji decidió no quedarse atrás ni dejarse intimidar por lo que también le sonrió altanero sobre la cama. Apoyó su peso sobre los codos, recostándose ligeramente de espaldas, abriendo las piernas con sensualidad para exponerse a su novio

- ¿Le gusta lo que ve señor marimo? - dijo con una risilla manteniéndole la mirada al peliverde

- Mucho - se acercó para dejar sobre la mesita de noche la caja y la abrió, sacando de su interior las esposas.

Colocó una en la muñeca de Sanji y la otra la pasó por detrás de la barra metálica del cabecero antes de cerrarla alrededor de la extremidad libre del cocinero.
Apretó bastante el cierre y al rubio le gustó el hecho de verse inmovilizado boca arriba sobre el colchón. Una nueva oleada de excitación corrió por su cuerpo con el tacto frío del metal sobre su piel así como el apretado agarre que ejercían sobre sus muñecas.

CONOCIÉNDOTE (Sanzo/Zosan +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora