CONOCIÉNDOTE (Sanzo/Zosan +18)

38. Señor policía

El tiempo transcurría y la relación de Sanji y Zoro iba viento en popa. Pasaban la mayoría de las noches juntos en casa del uno o del otro a excepción de los días que al peliverde le tocaba turno de noche en la comisaría.

El policía se despertó en la cama del rubio con el olor del desayuno, se levantó aún medio dormido y se dirigió a la cocina.
De pie frente a la cocina de gas, salteando unas verduras en la sartén estaba Sanji ya vestido. Llevaba una camisa azul claro y unos pantalones de vestir grises que le quedaban de maravilla.

Zoro se acercó con sigilo por detrás y abrazó a su novio, hundiendo la nariz en su cuello y dejando suaves besos a su paso.

- ¿Nos levantamos tontos eh marimo? ¿No tuviste suficiente anoche? - dijo mientras apartaba la sartén del fuego y se daba la vuelta para pasar sus manos por el ancho cuello del peliverde y acariciar sus pendientes

- Sí pero las vistas son demasiado tentadoras - eliminó la distancia entre ellos y besó los rosados labios de Sanji - por cierto buenos días cocinero

- Jajaja buenos días alga mía anda siéntate y prueba esto

Zoro obedeció y Sanji dejó un plato frente a él.

- ¿Y bien? - preguntó encendiéndose un cigarro

- Está muy bueno

- Son para la boda. Una de las primas de Viví es vegana y se olvidaron de decírmelo, estoy haciendo pruebas pero creo que esto podría ser un buen entrante

- Yo lo apruebo - dijo con la boca llena el peliverde

- Pues si el representante del reino vegetal da su visto bueno la prima de Viví como vegana imagino que también - comentó con una sonrisa - recuerda recogerme en el restaurante a las seis marimo, iremos a comprarte un buen traje para la boda

- Ya te he dicho que no hace falta, tengo uno

- No iras con eso, es viejísimo y está remendado por todas partes

- Lo compré hace años en un rastrillo, yo creo que está bien - terminó de limpiar los restos del plato y se levantó para fregarlo

- Ni hablar y cuando acabes con eso haz el favor de ponerte una camiseta que aquí también vive Franky

- Si él se pasa el día yendo por la casa con esos gayumbos que más bien parecen bragas yo puedo ir sin camiseta, empieza a hacer calor cocinero y te gustan mis tetas

- Sí me gustan pero no es plan, él irá como quiera que para eso es su casa maldita lechuga exhibicionista - dijo lanzándole a la cabeza una camiseta

Sonó el telefonillo pero en cuanto salió de la cocina vio como Franky estaba en el salón ya abriendo.

- Es para ti Sanji - dijo el peliazul volviendo a su despacho

- ¿Esperabas a alguien? - preguntó Zoro colocándose la camiseta de pijama

- No, será un paquete. Pedí hace tiempo un juego de cuchillos que me entusiasmó y todavía no me ha llegado

Cuando llamaron al timbre el rubio abrió la puerta y su sonrisa se desvaneció. Una joven de cabellos castaños le miraba con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¡Sanji! - dijo la chica abalanzándose sobre el rubio - Te he echado mucho de menos

- Pudding... ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me has encontrado? - preguntó Sanji confuso

- Reiju me dijo que habías vuelto a España y me dio tu dirección, es un cielo tu hermana

- Ya bueno Pudding no querría ser descortés pero ¿A qué has venido?