5. FACE

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Una vez instalados Chopper se fue a su cuarto y tan pronto se quedaron solos Sanji comenzó a sentirse inquieto.
No sabía por qué, pero lo cierto era que la idea de quedarse a solas con Zoro, de dormir en la misma cama juntos lo tensaba.

- Bueno cejillas estoy cansado, así que voy a acostarme ya - se acercó a la cama y empezó a quitarse las botas y los pantalones

- ¡Espera musgo! ¿qué diablos crees que haces?

- Lo que te he dicho, acostarme ¿o no lo ves?

- ¿Y piensas que dormiré contigo al lado desnudo?

- Y qué pretendes que haga, ¿que duerma con los vaqueros? Me dejaré los calzoncillos, no seas melindroso cocinero

- ¡No soy melindroso, tú eres un descarado!

- Lo que tú digas

Zoro intentó quitarse la camiseta pero le estaba costando sin poder mover el brazo derecho por culpa del cabestrillo, Sanji al darse cuenta se acercó a el para ayudarlo

- Anda ven, deja que te eche una mano maldito lisiado

- Mira por donde, primero te escandalizas y ahora quieres desnudarme, eres un pervertido cejillas

- ¡Vete a la mierda musgo! ¡Te has quedado sin ayuda por gilipollas!

- Lo siento, era broma... venga va, ayúdame que de verdad estoy cansado. Ayer no dormí casi nada.

Sanji se apiadó del peliverde y se acercó para ayudarle. Primero le sacó el cabestrillo y después con cuidado le quitó la camiseta.
Cuando Zoro se giró pudo ver una enorme cicatriz que le atravesaba todo el torso, desde el omóplato hasta la cadera

- Jesús marimo, ¿cómo te hiciste semejante herida?

- Larga y aburrida historia cejas, ya te la contaré otro día - Zoro se acostó en la cama quedándose dormido casi al instante.

Sanji se preguntaba cómo alguien podía caer inconsciente con tanta facilidad mientras intentaba acomodarse en la cama.

Los rayos de sol comenzaban a pasar con timidez a través de la ventana del cuarto. Sanji se revolvió en la cama medio dormido hasta que choćo con algo que irradiaba calor a su lado. Al abrir los ojos se encontró con Zoro aún dormido, con su rostro a centímetros del suyo.
El Zoro que conocía, siempre estoico, con el ceño fruncido ahora mostraba un rostro sereno y apacible. Pensó que casi parecía otra persona. Se levantó con cuidado de no despertarlo y se dirigió al baño.

Al salir se encontró con el peliverde ya despierto, sentado en la cama intentando ponerse los pantalones sin éxito alguno.

- Bueno días musgo, ¿necesitas ayuda?

Miró hacia Sanji con el ceño fruncido y tras un breve silencio respondió:

- No gracias cocinero, puedo solo

Consiguió subirse los vaqueros y colocarse las botas pero se quedó paralizado mirando los cordones de estas e ideando una estrategia para atarlos con una sola mano

- Vamos marimo, déjame ayudarte con eso y la camiseta o llegaremos tarde a clase. Quiero acercarme primero por mi casa para coger los libros de inglés.

Zoro gruño y acabo aceptando la ayuda del rubio

- Está bien, pero date prisa

- No deberías darme órdenes alga manca

Cuando terminó de atarle los cordones le ayudó con la camiseta y el cabestrillo. Sanji no pudo evitar fijarse en el trabajado torso de Zoro, lo había visto la noche anterior pero no se había fijado ya que su atención fue robada por la gigantesca cicatriz.

CONOCIÉNDOTE (Sanzo/Zosan +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora