Parte 25: ¡Adiós!

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Cierro mis ojos lentamente y pienso en que esto no me podría pasar a mí. La verdad es que nunca llegue a pensar que algo así me sucediera a mí, nunca lo imagine posible. Matt toma sus manos y acaricia lentamente mi rostro y me dice casi susurrándole al oído -Te amo- lo dice tan cariñosamente que podría jurar que se me va a salir el corazón. -Yo también te amo Matt- y le doy un corto pero tierno beso en los labios. Me levanto del sofá y llevo las dos tazas a la cocina empiezo a lavarlas y las coloco boca abajo para que se sequen. Hace frio, pero es soportable Matt a encendido la chimenea, lo que hace sentir un poco de calor aquí adentro, es el principio del invierno y por eso hace mucho más frio. Recuerdo como yo solía jugar con mi padre en la nieve haciendo ángeles y muñecos con ella, él y yo éramos muy unidos, el invierno era nuestra época preferida.

Matt me saca de mis pensamientos y me dice recostado al marco de la puerta de la cocina -Creo que sería bueno olvidar el pasado- lo dice en un tono un poco entristecido. Yo me limito a asentir con la cabeza. Me da un beso en la frente y me dice -Creo que Dylan y Laura deben estar buscándonos- dice mientras me ayuda a terminar de arreglar la cocina. -No creo que deberíamos ir a las vías del tren y lo que debemos hacer es irnos de aquí ya-. Matt me mira sorprendido al responderle así de rápido. - ¿Esta bien? - le digo dándole un abrazo. -Total no tenemos ropa ni nada que llevar, que nos pondremos allá- dice riéndose.

-Hay eso es lo de menos, mientras este contigo no me importa nada- le digo mirándolo a los ojos y a la vez dándole un beso cerca de la comisura de su boca. Pero desde cuando yo he sido tan cursi, me quede pensando. Yo no era así nunca, pero por alguna extraña razón el me hacía ser así.

***

-Podemos llevarnos algunas cosas de aquí, bajo la escalera hay una habitación donde hay unas maletas- dijo Matt mientras paseaba por todo el lugar. -Pero es que aquí venia tu madre, no creo que sea bueno llevarnos sus cosas- dije con cierta expresión de apenada. Matt toma mi rostro con sus manos y me dice -Creo que mi madre hubiera querido que usara sus cosas con la chica indicada y tú eres la indicada-. Mi rostro fue tomando cierto color rojizo en mis mejillas y yo solo le di una sonrisa.

Matt fue a la habitación debajo de las escaleras y saco dos maletas de igual tamaño cada una. El trajo de los cuartos de arriba unas sábanas, un poco de ropa que él tenia aquí y para mi algo de su madre cuando, unos pantalones y unas blusas. A decir verdad, la madre de Matt tiene buen sentido de la moda, pensaba yo mientras dejaba ver a simple vista una pequeña sonrisa de parte mía. Acomode todo en las maletas mientras Matt bajaba las escaleras. -Ya está todo listo- dije algo nerviosa. Matt lo noto y me dio un beso en la frente y dijo casi susurrando -Todo estará bien-.

Subimos al auto y acomode las maletas en la parte de atrás y me senté justo al lado de él, en el asiento del copiloto, antes de irnos tome su mano y le dije -Gracias- muy tímidamente. El solo asentía con la cabeza y beso mi mano de la cual estaba tomada a él. El camino al aeropuerto fue un poco largo íbamos charlando de cualquier cosa, de lo que veíamos al pasar, del amor que nos unía y de todo un poco. Cada vez se me era fácil hablarle de mi a él, y el de el mismo a mi también. Pero sentía que lo traicionaba porque había algo de mi muy profundo dentro de mi ser que no me era fácil para mi decirlo. Y aparte no creo que fuera el momento más indicado para decirlo. Debía encontrar uno pronto porque si no sentía como me destruía yo misma por dentro. No quería esconderle nada, pero para mí no era sencillo. Lo amo y no estoy dispuesta a ocultarle nada así sea algo muy doloroso de mí.

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Nadie!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora