Parte 31: Este no es el momento

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Matt está sentado en frente de mí, sus intensos y profundos ojos negros me miran como lo hacen desde siempre. Estoy un poco nerviosa no creo que pueda confesarle todo hoy, ha sido un día maravilloso como para arruinarlo -Jannie que te pasa-

-Mmm... No... Nada.... Estoy bien- Si claro estaba también que tartamudeaba, que lógico Jannie, que lógico -Te conozco que te pasa- volvió a preguntar con la misma insistencia. -No, nada- y cambiando de tema rápidamente -Mira ahí viene el mesero con la comida-

Que bien por mí, ya era hora que empezara a usar la materia gris de mi cerebro. Matt solo asintió con la cabeza y cuando el hombre ya hubo puesto los platos sobre la mesa dijimos al unísono -Gracias- a lo que este respondió con un favorable -Que tengan linda noche, de nada- y al decir esto se retiro.

Empezamos a conversar de cosas sin sentido y de lo que habíamos vivido al llegar aquí, que si las barras de chocolate que Matt había comprado aún existían, la deliciosa comida que estabamos probando, de la hermosa casa que tenía entre muchas cosas mas. Aún me sorprendía como era que el había podido mantenerla en perfecto estado a pesar de todas las circunstancias, es decir que el no estaba hay siempre y esas cosas.

Todo iba bien, hasta ahora, pero de mi mente no salía que debía contarle todo en ese momento, pero sentía que no podía era una noche especial, y no quería ser yo la causante de arruinarla. -Sabes, a veces pienso que me ocultas algo- hablo ante mi repentinamente Matt.

- ¿Qué? - respondí sin entender nada, es que en ese momento ni yo misma sé que pensaba, bueno si sabía, y por eso me distraje en mis pensamientos. -Sabes que puedes decirme lo que sea- dijo Matt mientras hacía pequeños movimientos en mis manos entrelazadas a las de el - Por favor ten la confianza para decirme lo que sea que sientas, así como yo la tengo contigo- dijo con cierto deje de tristeza.

Es que definitivamente este no es el momento de confesar todo, pero sabía que él me iba a seguir insistiendo, acto seguido ocurrió lo que yo predije -Vamos cuéntame-

-Matt es que... No creo que este sea el mejor momento para hablar y menos aquí, preferiría que fuera en casa más tranquila y no hoy por favor, trata de entenderme- le dije casi rogándole.

-Está bien-dijo mientras solo se limitó a asentir y no decir ni una sola palabra más del tema

Lo cual me hiso sentir culpable por completo, pero es que no podía. Porque es tan difícil, cuando va a dejar mi pasado de formar parte de mi presente.

Mi noche o más bien nuestra noche había sido arruinada no por nada a lo externo, ni siquiera por Matt, era por mí, por mi todo se había tirado a la basura completamente. Mis ojos se cristalizaron y tenían un brillo que no era porque brillaran por algo, eran lágrimas, si eso mismo eran esa típica lágrima de mi para todo odiaba ser así tan sensible a todo, pero como no hacerlo me sentía tan aterrada, tan culpable, tan sucia, tuve que ahogar cada una de ellas en un suspiro para dejar que no salieran a simple vista y Matt no las viera, que eso era lo que menos quería

Creo que el noto eso, porque cuando logre levantar la vista para incorporarme y no mostrarme como una mal educada Matt ya había pedido la cuenta, y estaba entregándole dinero al hombre. -Creo que es hora de que regresemos a casa- dijo Matt y pude jurar que parte de este final de la cita, más bien nuestra primera cita no era lo que él había planeado para los dos

Yo solo me limite a asentir con la cabeza, el me ayudo a levantarme y salimos del restaurante.

Era una noche muy hermosa, en la ciudad se sentía cierta magia en el aire -Lo siento, no quise que terminara así nuestra primera cita- dije muy apenada y dolida.

-No te preocupes, estaba contigo así que todo no fue malo- hablo mientras me tomaba de la mano para así atraerme a él a un cálido abrazo en sus brazos. Como es que el hacía que yo olvidara todo al estar junto a él, tenía magia, sabía manipularme ¿O qué?, ¿Por qué hacía que me sintiera así?

Y como sabiendo lo que pensaba me deposito un beso en mi mejilla, como para decir que todo estaba bien y que él estaría para mí siempre

-Venga, vamos a casa-

***

Ya habiendo llegado a casa fui a la habitación de una vez, mientras que Matt cerraba la puerta de la casa, me quite los zapatos y me tumbe sobre la cama, a pensar o eso creía yo, porque era tanto para pensar que mis ideas no congeniaban juntas ninguna, cerré los ojos de golpe solo por un momento para así intentar relajarme e ir a darme un baño.

Cuando de pronto siento como susurran por mi oído - ¿Sabes lo hermosa que te ves con ese vestido? - Abrí mis ojos como dos platos mirándolo fijamente y a la vez reprochándole -Me has dado un buen susto-

-Esa eran las intenciones-

-Que, matarme de un paro cardiaco-

-Sí, se daba, se daba-

-Pero tú no hubieras querido eso- dije enrollando mis brazos a su cuello para así darle un tierno beso en la mejilla. -Oye que te parece si descansamos un rato, pero antes nos damos un baño- dijo con cierto tono en su voz que a mí no me daba ninguna gracia y sabía lo que el tramaba. -Se lo que tramas Matthew, no me voy a bañar contigo-

-Bueno esta bien- dijo levantando sus manos en el aire en forma de derrota.

-Te pido por favor que salgas de la habitación mientras me baño-

Acto seguido salió de la habitación, pero no confiaba en él y lo que tramaba. Entre al baño de la habitación en Matt y me relaje en la bañera, había unos cuantos aceites para el cuerpo de distintas fragancias, abrí el grifo y deje que el agua tibia llenara la bañera para luego sumergirme en ella, como pez en el agua. Había pasado un buen tiempo, cuando de repente veo una sombra por la cortina de la bañera.

-Sabes, sé que me dijiste que no entrara a la habitación mientras te bañabas, pero la habitación es mía y pienso que puedo estar aquí, total es mi habitación- Sabia que él se reía, en ese justo instante, era un imbécil

-Imbécil- le grite desde afuera. -Pero hace un momento solías darle a entender a este imbécil que lo amabas, ¿cierto? -

-Hay ese no es el punto- dije rodando los ojos

Tome la toalla que estaba a un lado de la bañera y estaba dispuesta a levantarme, ya la tenía en mi cuerpo cuando Matt se asomó por la cortina y dijo muy descaradamente -A donde crees que vas-

-A salir de aquí, seguro-

-Tu no vas a ninguna parte- decía mientras tocaba mi mejilla con su dedo pulgar

-S... Sí, tengo que vestirme, Matt ya compórtate- dije tartamudeando, podía jurar que mis mejillas hervían de lo rojas que han de estar.

-Amo ver que te sonrojes- Si y hay esta estaba completamente sonrojada

-Bueno, como te amo tanto, saldré a bañarme en el otro baño para que te vistas más tranquila- hablo mientras quiñaba un ojo como si fuera una burla

-Eres un Imbécil- grite indignada aún con la toalla tapando parte de mi cuerpo. Gracias a Dios que la espuma existe!

g.RX

Nadie!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora