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Tom

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No me dijiste absolutamente nada, me abandonaste como si mi amor por ti no hubiese sido suficiente y ahora temo por tener las suficientes ganas de seguir viviendo.

Me terminaste de destruir el alma de un solo empujón, pero ese fue un golpe suficiente para estar lo suficientemente muerto.

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Por favor, prométeme que todo esto no es un hermoso sueño y que en realidad si me atreví a abrir mis sentimientos hacia la linda chica de cabello rizado y ojos soñadores. Si fuera un sueño, por favor no me despiertes y déjame morir imaginandolo todo.

Esos eran mis pensamientos luego de haber despertado hace dos minutos, pero sin llegar a abrir mis ojos. No quería encontrarme con la sorpresa de que todo a sido un maldito sueño sobre la vida perfecta.

Supongo que después de haber imaginado y soñado miles de veces con cosas negativas sobre el pasado, temía que las cosas buenas que me suceden, solo fueran parte de la extraordinaria imaginación que tengo para hacerme escenas en la cabeza.

Con todo el temor del mundo y la poca capacidad de diferenciar la realidad con los ficticio, abrí mis ojos lentamente, encontrándome con la agradable sorpresa que tanto he anhelado. Ahora estando por fin viviendolo en carne propia, se sentía como un golpe de realidad deseada.

Isabelle se encontraba encima de mi cuerpo, con su rostro apegado a mi pecho y sus hombros y espalda moviéndose lentamente de arriba a abajo. Todo debido a su respiración calmada y sueño profundo.

Levanté mi mano derecha, la cual afortunadamente estaba libre de ser aplastada por ella, apoyando esta por encima de su cabello y acariciándolo con suavidad. Recuerdo la primera vez que estuvimos en esta situación y no me atrevía a tocarla, ahora me alegra poder hacerlo y sin ningún mal pensamiento de por medio.

𝐃𝐄𝐏Á𝐑𝐓𝐄𝐌𝐄𝐍𝐓 𝟐𝟎𝟔 | 𝐓𝐨𝐦 𝐤𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora