𝐃𝐄𝐏Á𝐑𝐓𝐄𝐌𝐄𝐍𝐓 𝟐𝟎𝟔 | 𝐓𝐨𝐦 𝐤𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳

26

Tom

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Entraste en mis entrañas y te comiste mi corazón por completo. Le diste un mordisco en el centro y sacaste la sangre que solía bombear tus lágrimas rojas.

Mi cuerpo estará detrás de las rejas de una celda y mis manos apretaran los fierros de esta misma, pero no importa, porque mi corazón seguirá entre tus labios. El maravilloso día se hará realidad.

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Quiero que me ames, que me digas que soy tuyo y no te alejes por las decepciones que te dieron las personas crueles del mundo. Quiero ser tuyo, solamente tuyo y de nadie más.

Mi corazón late por ti, Isabelle del 207, late por cada suspiro que sueltas de esos rojos labios y late por cada brillo en tus doradas orbes observadoras. Todo mi ser sigue vivo gracias a ti y yo te voy a devolver la vida que te quitaron.

Estás aquí por mi, estoy aquí por ti. Eres mi maldita perdición dorada y yo seré la maldita perdición de todos aquellos que se atrevieron a lastimarte.

Las calles se pintaran de rojo y las nubes se volverán grises. Pues Tom Kaulitz está en las malditas calles como un jodido prófugo psiquiatro y nadie podrá detenerlo.

"¿Estás seguro de que quieres irte?"

El doctor Leandro resultó ser bastante fácil de persuadir y convencer. Con solo inventarle que tenía algo muy importante que hacer y que iba ir a ver a mis padres a Alemania, fue suficiente para darme el alta.

"Eres mayor de edad, por lo que puedes tomar la decisión de irte si ya no tienes problemas físicos."

Ese puede llegar a ser un enormes problema, para aquellos que realmente están enfermos de la cabeza y tienen la idea de cometer algún acto al extremo indebido. Alguien como yo, por ejemplo.