Capítulo 16

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No sé en qué momento termine bailando con Alec y otro chico haciendo una especie de sandwich vampiros-humano, yo estaba en el medio de ellos, mientras Alec dejaba besos húmedos en mi cuello y el chico paseaba sus manos entre mi cintura y mi cadera

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No sé en qué momento termine bailando con Alec y otro chico haciendo una especie de sandwich vampiros-humano, yo estaba en el medio de ellos, mientras Alec dejaba besos húmedos en mi cuello y el chico paseaba sus manos entre mi cintura y mi cadera.

Me sorprendió el autocontrol que tenía Alec para no arrancarle la mano al chico por tocarme tanto.

La mayoría de los humanos estaban ebrios hasta casi caerse si daban un paso, nosotros estábamos en el estado medio feliz que te indicaba que unas cuantas más e ibas a empezar a buscar tu teléfono para llamar a tu ex.

Heidi y Félix estaban en un sillón con una humana que no habían soltado desde que Heidi la vio bailando conmigo temprano.

Jane estaba sentada en otro sofá con el pelirrojo que no paraba de hablarle al oído y estoy segura de que si Jane fuera humana estaría sonrojada a más no poder, el brillo en sus ojos y el nerviosismo que este demostraba la delataba.

Dimitri tenía a su pelirroja arrinconada en una pared riéndose y acercándose cada vez más, hasta los momentos no habíamos perdido el control, los vampiros que estaban aquí estaban conviviendo tranquilamente con todos aunque ya con el alcohol la sed de otro tipo de trago estaba empezando a hacerse presente en todos.

Ví a Heidi y Félix levantarse con la chica, nos guiño el ojo antes de abrir la puerta e irse con ella.

Al ver a Félix y Heidi irse, los vampiros estaban empezando a acercarse a su presa de esta noche.

Dimitri y Jane hicieron lo mismo con los pelirrojos, parece que ahora los papeles se habían intercambiado, ya no estaban inseguros y nerviosos, ahora parecían cazadores y no presas.

Alec se acercó a mí y tomo mi cuello entre sus manos para empezar a besarme con fuerza, el chico seguía bailando sin importarle que Alec me estaba comiendo en sus narices. Me separé de él y me hizo quedar enfrente del chico que me sonrió con coquetería al igual que a Alec.

Alec se acercó por detrás y yo tome su rostro entre mis manos.

Alec fue el primero en morder su cuello, luego le seguí yo.

Solté un jadeo cuando sentí la sangre en mi boca, los ojos se me oscurecieron y un extraño cosquilleo se instalo en mi vientre. Escuché algunos gritos, pero lo estábamos ignorando y nuestro humano era muy silencioso, solo jadeo al sentir los dientes de Alec y los míos, apretó el agarre de mi cintura y mantiene sus ojos cerrados.

Me separé de él cuando la última gota de sangre paso por mi garganta.

— Que buen chico.

Alec lo soltó y el chico cayó a nuestros pies.

— Me cayó bien, no grito ni un poco. — Alec tomo mi cintura y me beso.

No sé si era la euforia del momento, no sé si era el alcohol, los gritos de las víctimas, que las emociones se intensifican más al ser vampiro o que se sentía tan bien besarlo y que sus labios sepan aún sangre pero quería mucho más de Alec.

La hermana de Isabella SwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora