Cap 7- Disfrutar de nuestra intimidad

1.1K 81 12
                                    

Kageyama

Acababamos de terminar nuestro amistoso con el Aoba Josai, perdiendo de nuevo, en circunstancias normales me habría frustrado y enfadado mucho, pero la verdad es que estaba tan atento a Oikawa que me daba igual.

A pesar de haber perdido cada vez nos acercábamos más a ellos, yo estaba seguro de que en algún momento les ganaríamos.

Todo nuestro grupo se reúne y nos damos ánimos los unos a los otros para no estar de bajón el resto del día. Una vez ya hemos terminado, nos vamos a duchar pero yo me quedo atrás ya que Ukai, nuestro entrenador, me pidió hablar conmigo.

- Kageyama, no sé que está pasando por tu cabeza, pero déjalo a un lado cada vez que juguemos partido- dice Ukai serio y con los brazos cruzados- se que le tienes mucho rencor al Aoba Josai y que les quieres ganar, pero es que te nublas tanto que no te da tiempo a reaccionar.

Me quedo sin saber que decir, todo el mundo, a excepción de Yamaguchi y Tsukishima, pensaban que estoy en guerra con Oikawa y con todo el Aoba Josai en general. Esto no me molesta del todo, pero lo que me molesta es que piensen que mi "rabia" me esté limitando el poder jugar como normalmente.

- Lo siento entrenador, no se volverá a repetir- le contesto haciendo una reverencia y yéndome al instante para no mostrar el enfado que siento ahora.

Me voy a los baños, bastante enfadado y me ducho con tranquilidad. Al terminar de ducharme me dirijo al autobús para pasar la última media hora allí, o al menos ese era mi plan hasta que una mano me frena antes de subirme al autobús.

- ¿Ya te quieres ir?- me pregunta una voz que yo ta conozco muy bien.

Me doy la vuelta y le veo, veo a Oikawa con el pelo mojado y hacia abajo y con un suéter de color marrón muy bonito, que guapo.

- Solo estoy cansado- le contesto agarrándome la cabeza.

- ¿Pasó algo?- pregunta- te vi hablando con tu entrenador.

Me quedo en silencio, como le digo que es su culpa pero a la vez no pero si, a ver, primero es injusto que piensen que solo pienso en mi y en mi enfado, segundo odio haberme pasado parte del partido mirándole y tercero me acababa de dar cuenta de que no quiero mantener mi relación con Oikawa en secreto y quería tener la libertad suficiente como para poder darle un abrazo ahora mismo sin que nadie me mirara mal.

Oikawa al ver que tardó mucho en responder me agarra del brazo y me lleva detrás del gimnasio, donde no hay nadie.

- Kageyama ¿Qué pasó? ¿Es porque hemos ganado nosotros?- me pregunta con una dulce voz.

- No, no tiene nada que ver con eso, me da igual si nos ganáis o no, solo estoy mucho más cansado de lo que yo pensaba- le contesto.

Oikawa se queda en silencio y yo al no escuchar respuesta miro hacia arriba.

Sin siquiera prevenirlo, Oikawa me da un abrazo, un abrazo muy cómodo y calentito.

Me encantaría poder quedarme entre sus brazos toda la vida, se siente tan bien. Apoyo mi cabeza en su hombro y consigo que mi enfado se baje un poco.

- Gracias Oikawa- es lo único que consigo decir sin ponerme a llorar como un niño pequeño.

- ¿Te apetece venir hoy a mi casa?- me pregunta Oikawa una vez ya terminamos de darnos el abrazo.

No me esperaba que Oikawa me invitase a su casa, ahora estoy nervioso.

- ¿Ah? Eh...

- No molestas y sí, mi madre está de acuerdo, además no va a haber nadie, mis padres están fuera hoy ¿Qué te parece? Me gustaría que nos viéramos más, fuera de partidos.

Tenía razón, Oikawa y yo nos veíamos muy de vez en cuando en los partidos, pero ahora tenemos una relación y tenemos que vernos más.

- Está bien...¿Tengo que llevar algo?

- Que va, no hace falta- me contesta y antes de que yo pudiera hacer nada más me da un dulce pico en la boca, por alguna razón un sentimiento de ternura me invadió por completo, quería volver a abrazarlo y a besarle pero Oikawa se separó rápidamente- Oh, creo que ya os vais, deberías irte, nos vemos luego- me dice despidiéndose.

Yo me termino yendo, estoy un poco decepcionado, pero no es por culpa de Oikawa, es mía, tengo muchísimas ganas de volver a verle hoy y poder besarle sin miedo.

El viaje de vuelta a nuestra escuela se me hace bastante corto y yo me voy en bicicleta a mi casa, una vez allí me ducho y me pongo ropa cómoda, para luego irme enseguida a casa de Oikawa.

Era la primera vez que iba a su casa, no estaba tan lejos de la mía, la verdad es raro que nunca nos hayamos encontrado por ahí fuera.

En veinte minutos llego a su casa y tras unos segundos consigo reunir el valor para llamar a su puerta.

Tarda unos segundos en salir, pero finalmente Oikawa sale y me abre la puerta.

- ¿Hay alguien?- es lo primero que digo antes de entrar a la casa.

- Eh...no, seguramente mis padres llegarán bastante más tarde.

Yo sin pensarmelo agarro a Oikawa del cuello para acercarlo hacia a mí y poder besarle. Lo estaba deseando, deseaba de sobremanera esos labios redondos y suaves que se mueven con soltura cuando están con los míos.

Oikawa parece sorprendido pero aún así me lo corresponde, me agarra de la cintura y me mueve hacia adentro de la casa. Oikawa se separa de mi solo para guiarme a su habitación y yo la observo con curiosidad.

La habitación es grande y espaciosa, la cama también es bastante grande y me gusta el color verde de las sábanas.

Me iba a dar la vuelta para mirar a Oikawa pero el no me lo permite. Me está dando un abrazo desde atrás y a mí me vuelve a invadir ese sentimiento de comodidad, adoro estar abrazado a Oikawa, tengo que pedírselo más.

Cuando menos me lo esperaba Oikawa comienza a darme besos suabes en la oreja y yo estoy tan cómodo que simplemente me dejó llevar.

Las manos de Oikawa empiezan a jugar conmigo, primero con mi tripa, luego con mi cintura, luego con mis caderas, hasta que de repente empiezan a subir hasta mis pezones y empieza a jugar con ellos pellizcandolos.

- Ahh...Oikawa- se me escapa un suspiro, estoy muy avergonzado pero Oikawa parece más contento que nunca.

Nunca pensé que un sentimiento así existiera, sentirne tan cómodo en sus brazos y a la vez tan caliente. No se como describir esto.

Este baja una de sus manos hacia mi entrepierna, para empezar a masajearla, mientras que la otra mano sigue jugando con mi pezón.

- Oikwa...- vuelvo a suspirar.

- Mi amor, si me sigues llamando por mi nombre, no se cuánto voy a poder resistirme...- me dice en la oreja.

- No te resistas- consigo decir a duras penas.

- Pues entonces, vamos a disfrutar de nuestra intimidad... - me susurra Oikawa en el oído antes de que yo me dejara llevar por completo.









Holiiiii, PERDÓN POR DEJAR EL CAPÍTULO AQUÍ NDDBDJDB.

En el siguiente tenéis +18 seguro, así que esperen con paciencia porfsvor.

Estoy bastante satisfecha con este capítulo jeje.

Kageyama se va a estar sientiendo un poco mal porque no quiere esconderse...ya veremos cómo manejarán esto los chicos.

Bueno eso es todo ¡comentar sin miedo y votar si os ha gustado!

Byeee 😈

Nuestro Tiempo ~ Oikage Donde viven las historias. Descúbrelo ahora