Oikawa y yo nos estamos restregando el uno con el otro con ansias, piel contra piel, intentando aliviar nuestro acaloramiento, mientras que nuestros gemidos ocupan todo el sonido de la habitación.
Tras la propuesta de Oikawa estoy un poco nervioso, pero aún así siento la suficiente curiosidad como para querer probarlo. Oikawa es grande y yo nunca lo he hecho por atrás pero realmente confío en él y estoy dispuesto a confiar del todo.
Oikawa saca de la mesita de noche, que está al lado de su cama, el bote con el contenido transparente, el cual nada más lo puso en mi piel empezó a arder de manera agradable. Oikawa comenzó a masajer mi pene con movimientos rápidos y con la otra mano fue estimulando mi parte trasera.
El picor que usualmente se encontraba bajo mi abdomen se transporta rápidamente hacia mi parte trasera, poniéndome algo ansioso, deseo tener algo dentro de mí ahora mismo. Oikawa, conociendome y leyendo mis expresiones faciales, comienza a meter un dedo.
Un pequeño suspiro salió de mi boca, Oikawa se movía delicadamente, intentando hacerse espacio en mi agujero. Después de haber estado estimulandome durante unos segundos mete el segundo dedo, este me dolió un poco más pero era soportable. Oikawa movía sus dedos con experiencia y mis caderas respondían moviéndose de arriba hacia abajo instintivamente.
Un minuto después metió un tercer dedo, este me dolió mucho más y le tuve que pedir a Oikawa que fuera un poco más lento, hasta que dió con el punto más placentero dentro de mi.
- Ah... ahí...es ahí- digo alzando la voz de repente desperado por correrme.
Oikawa haciéndome caso, comenzó a darme fuertes estocadas con sus dedos en ese punto y yo comencé a sentir el placer más raro que había sentido nunca.
Una mezcla de dolor con un placer que me recorría de arriba a abajo empezaba a reinar en mi parte trasera.
- R-rapido... más rápi-pido...- le sugiero a Oikawa el cual nada más escucharme subió la velocidad.
De un momento para otro mis pequeños suspiros y gemidos se volvieron gritos desdesperados y tras unos segundos de tensión conseguí correrme, sintiendo uno de los mejores placeres que había sentido nunca.
- ¿Cómo se sintió?- me pregunta Oikawa mientras se pone un preservativo.
Vale, su pene comparado con tres simples dedos es una barbaridad, voy a morir.
- Ah...eh...muy, muy bien- dije algo avergonzado.
- Bueno...ahora me toca a mí, relájate ¿Vale?- me dice acariciándome la mejilla con dulzura.
En verdad, desde que empezamos a salir Oikawa me ha tratado con mucha dulzura y eso en parte me calmó mucho.
Oikawa se posicionó entre mis piernas y presionó su pene contra mi parte trasera.
Su pene era realmente grande, ¿Cómo podía siquiera andar con normalidad con eso ahí?
Con un poco más de presión Oikawa comenzó a entrar en mi.
Una fuerte punzada de dolor empezó a emerger de mi parte trasera y como acto reflejo me agarré del cuello de Oikawa.
- D-dule mucho...Ah...ve despa-acio - le digo un poco asustado.
Oikawa me echa más lubricante transparente y luego se lo echa a el mismo para que su pene entrara con más facilidad y menos dolor.
Nuevamente Oikawa volvió a presionarme levemente hasta que por fin entró la punta.
El dolor que sentía era realmente desagradable, aún que cada vez era menor gracias al lubricante. Aún así con el mero hecho de que Oikawa estuviera dentro de mí era suficiente para mantenerme excitado.
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Nuestro Tiempo ~ Oikage
FanfictionDespués de perder el partido Kageyama se dirige al baño para aclarase las ideas, pero nunca pensó que Oikawa iría allí para pasarselo bien... Tal vez no lo saben pero están enamorados. Tal vez tienen miedo. Tal vez sienten mucha presión. O simplemen...