Capítulo 27- Aprovechar nuestro tiempo (final)

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Siento como si estuviera soñando, tengo todo lo que siempre he soñado, una pareja estable, puedo permitirme jugar un deporte que realmente adoro y ahora tengo un hogar el cual voy a compartir con el amor de mi vida.

Siento mariposas en mi estómago y los nervios a flor de piel, no me puedo creer nada de lo que está pasando.

Después de darle aquella sorpresa a Oikawa decidimos visitarla al día siguiente. Me sorprendió lo espaciosa e iluminada que era. Realmente parecía la casa de mis sueños.

Oikawa y yo comenzamos a llevar algunas de nuestras cosas y amueblar poco a poco la casa.

Hoy hemos decidido comer en la casa disfrutando de nuestra compañía mutua, mientras comíamos hablamos del revuelo que había sido el que yo saliera a la calle a pedirle a Oikawa que se fuera a mudar conmigo.

No esperaba que me viera tanta gente, fue bastante divertido ver algunos comentarios de la gente.

Una vez terminamos de comer nos ponemos a limpiar los platos entre los dos. De la nada empezó a notar una mano traviesa que va desde mi cintura hasta la parte baja de mi tripa.

- Alguien está cariñoso...- digo entre risas.

Me doy la vuelta y le agarro de los cachetes, para después darle un beso en la nariz.

- ¿Cómo te ha ido con el psicólogo?- le pregunto.

Veo como la pregunta le toma por sorpresa, está es apenas la segunda sesión, pero siento la necesidad de pregúntale para ver si está cómodo yendo allí y con la persona que le está dando estás ayudas.

- Bueno...- veo como se pone algo tenso.

Decido agarrarle del brazo y llevarle a nuestro "sofá" provisional, realmente con unos pufs puestos juntos.

- Vamos cuentame, quiero saber si te sientes cómodo allí...

Oikawa me sigue y se sienta justo a mi lado.

- Bueno, realmente es un poco incómodo- dice algo avergonzado- pero me escucha con atención y me da soluciones que a veces no veo por mí mismo.

Escuchar esas palabras me calman bastante, saber que ahora él tiene ayuda me hace sentir realmente bien.
Me acerco a el despacio y le doy un pico en la boca.

- ¿Sabes que te quiero mucho verdad?

Una sonrisa se dibuja en su cara.

- Claro que lo sé.

Se tira encima de mí para darme un gran abrazo, su cuerpo cubre gran parte del mío y pesa bastante, pero todo lo que tenga que ver con el me parece realmente agradable así que no hay problema alguno. Noto como me va dando pequeños besitos en la oreja.

- Señor Oikawa le recuerdo que el día de hoy tenemos entrenamiento exactamente dentro de una hora- le digo con voz exageradamente fórmula.

Oikawa suelta una carcajada al escucharme.

- Está bieeen, no haré nada- levanta los brazos en son de paz.

Tras pasar este rato juntos, nos vamos a entrenar cada uno por su parte, con sus guardaespaldas.

Al principio no podía acostumbrarme a la idea de tener siempre a alguien detrás pero al final, me termine acostumbrando, al fin y al cabo solo están haciendo su trabajo.

Unos días después se aproximaba un partido del Karasuno, habíamos estado entrenando muy duro para este partido y si lo ganábamos dariamos pie a las ligas de partidos mundiales, así que estábamos realmente nerviosos.

Nuestro Tiempo ~ Oikage Donde viven las historias. Descúbrelo ahora