ਏਓ MARIPOSA COMETA DE PAPEL ਏਓ

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❝ A donde sea que vayas iremos contigo. ❞

Kawaki iba de árbol en árbol buscando algún rastro de su chica, la preocupación le carcomía el alma, no sabía si la de orbes zafiro se encontraba con bien o no

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Kawaki iba de árbol en árbol buscando algún rastro de su chica, la preocupación le carcomía el alma, no sabía si la de orbes zafiro se encontraba con bien o no.

De un momento a otro se detuvo al escuchar algo. – ¡Kyo-chan! – gritó al ver el estado de la mencionada.

La chica ni siquiera volteó porque al instante cayó al suelo inconsciente. – Kawaki-kun – musitó antes de caer totalmente inconsciente.

El de orbes grisáceos se acercó con rapidez y revisó primero el pulso de su chica. – Está viva... gracias al cielo – dijo con alivio, así que con más calma continuó con Inoin. – No puede ser... – murmuró al sentir la fría piel de la chica, sin perder el tiempo tomó el pulso de la Yamanaka... pero ya era tarde. – ¿Y este quien es? – se preguntó al no reconocer al chico, hasta que lo vió bien. – ¡Sandā! – pronunció sorprendido al ver a un Inner de Kara en el lugar, siendo arrastrado por la usuaria del byakugan; revisó su pulso y también estaba muerto. – ¿Qué es eso? – se cuestionó al ver que algo sobresalía del porta armas de la de orbes zafiro, así que lo tomó cuidadosamente y lo abrió, no podía creer lo que veía. – El doujutsu de Sandā – musitó sorprendido.

– ¡Kawaki! – giró su rostro en cuanto escuchó su nombre.

– ¡Séptimo, tenemos que llevarla al hospital! – gritó para ser escuchado mientras cargaba a la Uzumaki.

– ¿Por qué? ¿Qué pasó...? – no había palabras para describir la escena que estaba viendo, rápidamente dirigió su vista hacia su acompañante.

– ¡Inoin! – el compañero del Hokage se acercó a su hija en busca de algún signo vital para llevar esperanza a su casa, sin embargo; no lo encontró. – Ella no... e-ella – su cuerpo comenzó a temblar y su vista se nubló por las lágrimas que estaban deseosas por salir.

– Sai – murmuró Naruto mientras tocaba el hombro de su amigo en modo de hacerle sentir que le acompañaba en su sufrimiento.

– No, no, no, no, no – dijo desesperado. – Ella no está muerta – se negaba a aceptar que su pequeña y amada hija estaba muerta. – Debe haber alguna manera de salvarla – aún se aferraba a que los médicos o algún jutsu especial le devolviera la vida a su hija.

– Sai, ella... – el Uzumaki iba a decir algo, pero fue interrumpido por los gritos del Yamanaka.

– ¡NO LO DIGAS, NO POR FAVOR! – suplicó entre llantos. – ¡NO ME LA QUITEN! – gritó esperando que cualquier dios existente escuchara sus plegarias. – ¡NO SE LLEVEN A MI NIÑA! – vociferó mientras las lágrimas seguían cayendo de sus ojos negros. – ¡NO AHORA, NO NUNCA! – gritó abrazando el cuerpo inerte de su amada y querida hija; con sollozos audibles gritó desgarradoramente en aquel bosque.

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– ¿Cuándo despertará? – preguntó Hinata preocupada por su hija, Naruto no estaba presente, con la muerte de Inoin y la aparición de Raiden, no había podido ver a su hija.

❝ WARMNESS ❞ [Kawaki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora