❝ WARMNESS ❞ [Kawaki]

ਏਓ MARIPOSA ALMIRANTE AZUL ਏਓ

❝ Todos tenemos que dibujar lo mismo y escribir la misma historia. ❞

– Por eso quieres más poder, ¿verdad, Kawaki? – inquirió dando en el clavo. – Seguro que lo has estado pensando todo este tiempo desde que perdiste el karma – aseguró.

– Ve al punto, viejo – ordenó desesperado por lo que Amado estaba insinuando.

– Hazte con él ahora que Isshiki está muerto... consigue un nuevo poder para tí, haz que el karma sea una auténtica arma – sugirió el de cabellos blanquecinos. 

« ¿Un karma que sea una auténtica arma? » pensó Sumire al escuchar aquella idea. 

– Estás más que capacitado... y yo puedo hacerlo posible – aseguró fumando de su cigarro.

– ¿Estás sugiriendo que te deje implantarme el karma otra vez? ¿Estas loco? – dijo mientras fruncía su ceño.

– Ya deberías saber lo que insinúo... lo deseas inconscientemente – respondió con calma.

– Y tú mejor que nadie, sabes cuánto detesto el karma – le recordó.

– Efectivamente, pero también sé que tú eres racional y utilizarás cualquier medio necesario para lograr tus objetivos... justo como yo – contestó haciendo la comparación entre ambos.

– Veo que no llegaremos a ninguna parte, me largo – anunció tomando su chaqueta.

– Al menos te presente una cosa – pidió Amado. – Lo que hagas depende de tí, Kawaki... la opción yace en tu interior – dijo y el de orbes grisáceos finalmente se fue del lugar.

Al salir, se topó con aquellos orbes zafiro que tanto amaba. – Kawaki-kun – saludó. – Justo venía a verte – le hizo saber con una gran y bonita sonrisa que provocó que el chico olvidara sus preocupaciones.

– Vámonos – dijo tomando la mano de su chica.

ઇઉ.¸¸.*

– Pobre Kawaki – dijo Ada al ser espectadora de la conversación entre él y Amado. – Realmente le importa el Hokage – agregó. « Otra vez esa interferencia » pensó al ver que ya no podía visualizar más a Kawaki. – Desea protegerlo de tus garras, pero parece que sufre por su propia impotencia – analizó el comportamiento del de orbes grisáceos. – Es demasiado doloroso de ver – expresó. – Code – llamó al tener una solución a los problemas de Kawaki. – ¿Por qué no perdonas al Hokage por esta vez? – preguntó en dirección del adolescente de orbes verde.

– Lo siento, pero no puedo – se disculpó. – Ootsutsuki Isshiki es mi dios, a quien todavía tengo fe – comenzó a explicar el porqué de su respuesta. – Y no importa la razón, el Hokage y los suyos mataron a mi dios y es absolutamente imperdonable, deben ser castigados sin excepciones – agregó a su respuesta.