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⚠️Advertencia⚠️Este capítulo contiene una escena sexual,si no le interesa por favor no leer.

Abril estaba dando vueltas por su habitación, contemplando si salir o no de allí.

¿Acaso se le declaró a sam?

"Que estupida", pensó, "ahora ella debe de pensar que soy una rara... ¿en serio le dije todo eso?"

Se golpeó suavemente la cara con las manos.

–¿Por qué, Abril? ¿Por qué? – se dijo a sí misma.

Respiró profundo y posó su mano sobre la manija de la puerta.

Ya era hora de salir.

Bajó las escaleras con calma, escuchando algo de música desde la cocina.

–Hola Abs. – dijo sam sonriendo al verla en el marco de la puerta.

–Hola.

La menor se dio la vuelta, dejando al descubierto un plato de panqueques.

–Mira, hoy hice el desayuno.

Se sentaron juntas a la mesa, se sirvieron su comida y luego se quedaron en silencio.

"¿Debería de hablar...?", cuestionó la pelinegra, "Creo que sí".

Suspiró.

–sam, mm, perdón por lo de ayer. – expresó desviando la mirada.

–No es nada Abi, te cargaría cuantas veces fueran necesarias.

–Yo no... no me refería a eso.

La castaña la miró confundida.

–Hablo de la confesión.

–Oh, eso.

–Sí, esa no era la manera en la que quería decírtelo, y es obvio que no sientes lo mismo.

–¡¿Qué?!, ¿de dónde sacaste eso?

–Espera, ¿acaso yo te gusto? – sus ojos estaban abiertos a más no poder.

–Sí, desde hace un tiempo ya...

El silencio volvió a invadir su espacio.

–Yo... estaré en mi cuarto-

–Espera, Abs.

–¿Sí?

sam no pudo decir nada, sus nervios la traicionaron y terminó besándola.


Sí, besándola.


Poco a poco el beso fue subiendo de nivel.


¿Qué estaba pasando?

La morena fue ubicando a Abril sobre la mesa, quien pasó sus piernas al rededor de ella.


Las manos de la pelipúrpura se enredaban en el pelo corto, mientras que las grandes manos de su compañera se colaban bajo su blusa.

sam siguió su camino hasta llegar a los senos descubiertos de Abril, quien soltó un sonido ante el tacto, pero que fue cubierto por la boca de la que lo causaba.

Se separaron un momento, ambas estaban rojas, mirándose con deseo y ternura.

–¿Quieres seguir, o... – preguntó sam entre sus pesadas respiraciones.

Abril asintió y volvió a unir sus labios.

–¿Aquí? – cuestionó, separándose nuevamente.

–Sí rivera, ahora bésame.

Siguió sus órdenes, retomando el beso, y tocando todo su cuerpo.


Sus caricias bajaron a su cuello, haciendo que Abril echase la cabeza hacia atrás.

sam continuó bajando por su cuerpo, aún vestido, hasta agacharse frente a ella.

–¿Puedo? – dijo a la vez que posó sus manos sobre los muslos de la pelinegra, pasando sus pulgares suavemente de arriba a abajo.

Abril asintió.

–¿Podrías usar tus palabras?, por favor... – besó uno de sus muslos, luego su torso, levantando levemente su t-shirt

–Sí – suspiró.

–Perfecto.

Depositó un último beso en su estómago para separarse de ella y bajarle sus shorts de pijama, la cual se puso antes de salir de su habitación.

Luego de ello, retiró también su ropa interior. Abril la miraba con anticipación.

sam besó la parte interior de sus muslos hasta llegar a su entrepierna.

Abril se cubrió la boca con una de sus manos y sostenía la cabeza de la chica con la otra.

Se sentía en el cielo, cada lamida, cada beso, wow.


Tiempo después sam insertó un dedo delicadamente dentro de ella.

Bien, ahora sí sentía que moriría de placer, era demasiada atención en un mismo momento, en un mismo lugar.

Pero sí que le gustaba.

Ya los sonidos de Abril empezaron a hacer eco en aquella sala, pobres vecinos, aunque ellos no son importantes en estos momentos.

sam agregó un segundo dedo, sin dejar de utilizar su lengua. Ese fue el fin para Abril, quien terminó hecha un desastre.

La menor volvió a besar su abdomen sin parar aún sus movimientos en la muchacha, hasta que vio como su respiración volvía a la normalidad.

Retiró sus dedos y subió hasta encontrarse cara a cara con Abril, quien la volvió a besar, esta vez de una forma dulce, con suavidad.

Podrían acostumbrarse a esto.

And they were roommates [rivari adaptacion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora