And they were roommates [rivari adaptacion]

[epilogo]

Pasó un tiempo después del juicio, el cual su madre perdió, y lo habían pasado de lo más tranquilo.

Dedy los hermanos de abril las visitaban de vez en cuando, todos amaban a sam y la hacían sentir parte de su familia.

abril amaba eso.

La menor se tomaba un refresco en el sofá, estaba medio acostada y mirando una serie que a su novia no le interesaba para nada. De repente la chica corrió desde la cocina y se acostó sobre ella, entrelazando sus piernas y acomodando su cara sobre su hombro.

–¿Abs?

Ella giró su cabeza y sonrió.

–¿Sí amor?

–¿Ocurrió algo? – preguntó a la vez que pasaba su mano libre por aquel pelo púrpura que ya estaba largo.

–No, – negó mientras tocaba la cara de su amada con suavidad – simplemente estoy feliz de poder vivir así contigo, a tu lado, en tranquilidad.

–Yo también estoy feliz. – le devolvió la sonrisa.

sam y abril por fin se sentían en paz.

Bien, Nephtunie seguía enviándole cartas a su hija, ya que le había puesto una orden de restricción, pero eso no afectaba a Abril.

Ambas chicas empezaron a asistir a terapia para así sanar juntas y poder tener una relación sana.

Pronto sería su viaje a mexico, por el cual abril estaba más que emocionada.

Su vida era perfecta.

Aunque bueno, eso no era del todo cierto, ya que es imposible que algo o alguien sea perfecto, y más cuando se trataba de esas dos.

Su vida era imperfecta, y les encantaba así.

La perfección estaba, realmente, sobrevalorada.

lenay las llevaría al aeropuerto para su viaje. Al llegar se quedarían en la casa de una tía en el campo, y luego se dirigirían a un hotel junto a la playa.

abril estaba disfrutando mucho, y sam amaba mostrar su cultura.

Ya en el hotel caminaron descalzas en la arena, en silencio, apreciando los hermosos sonidos emitidos por el mar.

El sol empezó a descender, pintando las nubes de hermosos colores y, mientras caminaban en aquel escenario tomadas de la mano, ambas sabían que no querrían nada más en la vida.

–Sueño, – rompió el silencio la menor– y espero que se haga realidad, con casarme contigo aquí, en mi país, en la playa, con los vestidos más hermosos que encontremos, pero que a la vez sean sencillos, y que puedan moverse con la brisa. – se voltea a mirar a abril, encontrándose con unos ojos llorosos – Abs, ¿qué ocurre?

–Yo... también quisiera pasar el resto de mi vida contigo sam y, algún día se cumplirá ese sueño. – apretó su mano – Pero, por ahora, estoy feliz de estar tomándolo un día a la vez.

Se besaron con pasión y ternura.

Aquello lo recordarán por siempre.

:D