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–Buenos días amor, – susurró sam en su oído, a la vez que envolvía sus brazos alrededor de su cintura, para luego apoyar su barbilla en su hombro – ¿qué cocinas?

abril sonrió.

–Huevos revueltos con salchichas, como te gustan.

–¿Puedes soltar el sartén un segundo?

–¿Ok...? – hizo lo que le pidió y se secó las manos con una toalla – pero, ¿por qué- ¡woah!

sam la levantó del suelo y la giró rápidamente en sus brazos.

–¡Te amo, te amo, te amo!

–¿Todo esto por huevos con salchichas? – preguntó mientras reía – hm, creo que debería de hacerlo más a menudo.

–No tontita, aunque lo de la comida sí, pero no es por eso... ¿a qué día estamos hoy?

–Pues... – pone su cara seria fingida – ¿acaso es el día de la Independencia mexicana? No quiero faltarle el respeto a tu cultura.

–¡Amor!

–Está bien sam, claro que sé que hoy es un día especial...

–¡¿En serio?! – exclamó mientras daba saltitos en su lugar.

–Ajá, – abrió una gaveta y sacó una caja – felices tres meses de ser novias oficiales. – besó su mejilla.

Al abrir la caja se encontró con un relicario, el cual tenía una foto de ambas y un "te amo" grabado en un lado.

–¿Qué opinas? – abril estaba emocionada por ver la reacción de sam.

–Es- ¡agh!- Está hermoso Abs.

–¿Acaso estás llorando rivera?

–¿Qué? No. – se secó una lágrima.

–Que bueno que te gustó el regalo, – sonrió – yo tengo uno igual, de esa forma es como si siempre estuviésemos juntas.

–¡Ven aquí! – la cargó y colocó sobre la meseta de la cocina – Gracias princesa. – la besa.

–¿Y el desayuno? – preguntó abril separándose del beso.

–Dame amor solo unos cinco minutitos, porfis, y después comemos.

–Hmm.

–Di que sí, di que sí, porfa, – puso carita de perrito triste – quiero besos después de algo tan lindo.

–Bueno, está bien... pero solo besos y cinco minutos.

–¡Trato!

sam unió su boca con la de abril, quien abrió sus labios para dejarla pasar.

La pelipúrpura llevó sus manos al pelo de su novia y lo desordenó todo, luego siguió bajando y las enredó detrás de su cuello.

Bajó una ellas y la llevó a su pecho, masajeándolo.

sam se separó del beso.

–A-abs, – dijo con la respiración pesada – dijiste solo besos.

–Ajá, de tu parte, – sonríe – no de la mía, – posiciona su boca sobre su cuello – ¿algún problema...?

–¡No!, digo, no... adelante.

abril rió antes de seguir trabajando allí.

El cuello fuerte de sam, los sonidos de sam, la respiración de sam, sam...

De repente algo la sacó de sus pensamientos.

–¡Hey! – empujó suavemente la mano que se posicionaba sobre su pecho – ¿no puedes estar ni un minuto tranquila?

–No. – unió de nuevo sus labios, tomando estaba vez el control de la situación.

Se separaron.

–Prometiste que solo besos, entonces, – le da un beso en la nariz para luego empujarla del camino y bajarse de donde estaba – busquemos los platos y desayunemos.

–Yo quería desayunar otra cosa... – susurró sam.

–¿Qué fue eso? ¿No quieres comer?

–¡Sí, lo siento! – buscó rápidamente los platos.

sampodría ser la más alta e intimidante de la relación, pero cuando llamaba princesa a abril lo decía en serio, quería complacerla en todo lo posible.

La menor se arregló para luego salir a "hacer algo rápido". La pelipúrpura no sabía lo que se traía entre manos, mas estaba bien, no estaba preocupada.

Tocaron la puerta y, para su sorpresa era rocio.

–¿Cómo han pasado este día? – le preguntó su amiga mientras tomaba su café – ¿qué han hecho?

abriltosió un poco.

–Nada, yo preparé el desayuno y le di su regalo a Luz, nos bañamos, nos cambiamos, y vamos a ir en unas horas a cenar. – sonrió.

–Ay, que lindas son... ¿se bañaron juntas?

–Dios mío...

–¿Qué? Antes solías contarme estas cosas, pero como también conozco a sam-

–Sí, rocio, nos bañamos juntas, ¿feliz?

–Ajá, – la miró de forma pícara – apuesto a que disfrutaste mucho.

abrilrió.

–Claro, pero sam disfrutó más-

–¿de qué hablan? – dijo sammirándolas de forma extraña.

–¡De nada! – exclamó abi tornándose roja como un tomate.

–Sí, de nada importante, – agregó su amiga – solo hablábamos de cómo les fue hoy.

–Oh... oh, – la menor puso cara de sorprendida – ¿estás así porque le contaste lo del desayuno?

–¿También en el desayuno garza?

–¡Ya! Hablemos de otra cosa, como el clima, está muy lindo hoy, voy a buscar más café.

Se levantó rápidamente y se dirigió a la cocina, dejando a su novia y a su mejor amiga riendo a carcajadas por su reacción.

And they were roommates [rivari adaptacion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora