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–sam, Nepthunie quiere acabar contigo, sabe de la muerte de tu padre y de la herencia, de lo que te acusan.

La muchacha lo miró en shock.

Envolvió sus brazos a su alrededor, reconfortándose a sí misma.

–Eso... fue un accidente, el caso ya está cerrado, he sufrido demasiado por ello, ¿acaso no puede ella dejarme en paz?

–Quiere contárselo a Abril, hacerte quedar mal, para que así vuelva con nosotros.

–Señor garza-

–Ded.

Lo piensa un segundo antes de proseguir.

–Ded, – suspira – su hija, mi novia, me conoce demasiado bien como para creer la primera mentira que su madre le cuente.

Agarró rápidamente sus cosas.

–Puedo intentar convencerla de hablar con usted pero... con una condición.

–Claro, cualquier cosa.

–Le hace daño de alguna forma, termina siendo una trampa, lo que sea, – se acerca lo más que puede a él, haciendo todo el tiempo contacto visual – y tendremos problemas. Por favor, deje de molestarnos.

Se fue sin mirar atrás, dejando al padre de abril con las palabras en la boca.

Al terminar sus clases, ambas se dirigieron a casa. sam decidió que tocaría el tema con su novia al llegar.

Y bueno, no tuvo la fuerza para hacerlo, era un tema muy delicado para ella, que estaba directamente ligado con un tema delicado para Abril.

Aún así debía de hacerlo.

–Abril... – dijo mientras se posicionaba frente a ella en la cama.

–¿Hm? – preguntó la muchacha medio dormida.

–Perdón por molestarte pero, ¿podemos hablar? – pasó su mano por su cabello.

–¿Es... – bostezó – muy importante?

–Sí... lo siento.

Negó suavemente.

–No, no te disculpes, – abrió los ojos lentamente y le sonrió – ¿qué pasó amor?

–Yo, – suspira – tengo que contarte algo sobre mi pasado, algo que dicen de mí pero que no es real.

Abril la mira confundida.

–Bien, yo- no, espera- ves que soy rica, ¿ajá? – ella asintió – ok, pues, hay toda una explicación detrás de eso.

–Tranquila sam, puedes contarme. – posicionó su mano sobre la de ella.

–Yo... estaba con mi padre de camino a una reunión en su empresa, habíamos discutido porque dijo que nunca podría llegar a nada con la carrera que elegí, y bueno, el tema resurgió esa mañana. – suspiró – Entonces, nos estábamos gritando y- Yo era la que estaba conduciendo y-

sam no pudo resistir, unas cuantas lágrimas se resbalaron por sus mejillas.

Continuó hablando con la voz rota.

–Perdí el control Abs, choqué el auto, yo- ¡ugh! Yo maté a mi padre...

–sam, sabes que eso no es verdad.

–Sí lo es, lo maté, fue de forma accidental pero lo hice, – se cubrió la cara con las manos, mientras abril la miraba con mucha atención – y mi madre se quedó con la empresa. – susurró.

La pelipúrpura la abrazó.

Lo hizo con la mayor sinceridad del mundo, como diciéndole "estás segura aquí".

La menor se rompió, cediendo entre los brazos de su novia.

Cuando pudo recuperar el aliento se giró para mirar a abril.

–Muchas personas me acusaron de haber asesinado a mi padre por la herencia, para no tener que preocuparme por lo de mi carrera...

El silencio inundó aquel cuarto iluminado solo por la luz de la luna que se colaba entre las cortinas.

–¿Abs...?

–sam, el imbécil que se atrevió a insinuar eso obviamente no te conoce, eres la persona más empática que conozco, con el corazón más dulce en el mundo y, aunque estuvieras molesta con tu padre, dudo que pudieras haber hecho algo así. – la abrazó más fuerte – Te amo, te conozco, y siempre te defenderé, ¿entiendes?

La muchacha asintió.

–Bien, gracias por contarme todo esto amor, – besó su frente – pero también quiero saber, ¿hay alguna razón por la que me lo estás contando justo ahora?

sam escondió su cara en su pecho.

–¿Podría ser...?

–Y, ¿cuál sería esa razón?

Pensó un minuto su respuesta.

–Bueno, mmm, – volvió a mirarla a los ojos – tu padre fue a visitarme hoy.

abril la miró en shock.

–¡¿Él hizo-

–Cariño, – tocó su cara suavemente – él no está del lado de tu madre, me contó que ella iba intentar ponerte en mi contra con lo de mi padre y que solo quería que fueras feliz...

–¿Y, tú en serio le crees? – preguntó con sinceridad, confía en sam, en lo que siente al estar con las personas.

–Ajá... el señor garza, digo, Ded, en serio quisiera hablar contigo.

abril suspiró.

–Lo pensaré, sam, – esta vez besó sus labios – pero debemos de ser cuidadosas, ¿bien?

sam asintió.

–Te amo.

–Yo más princesa.

And they were roommates [rivari adaptacion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora