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–Abi, por favor, aldo hizo pie.


–Ew.

–¡Abril!

–Solo bromeo, tranquila roci, allí estaré.

–Bien.

–Y, llevaré a sam, espero que eso no sea un problema.

–Oh, claro que no, pero...

–¿Ajá?

–No importa, ¡sean puntuales!, adiosito.

Rocio estaba sospechando mucho, pero decidieron ignorarlo, ella no diría nada a menos que sea algo tan obvio que no pueda quedarse callada.

abril se puso un vestido magenta con mangas puffy ademas de un cambio de look al pintarse parte del pelo de purpura, y sam una falda negra con una chaqueta en conjunto.

–Hey, – dijo la menor a la vez que tocaba la puerta medio abierta de su habitación – ¿cómo vas hermosa?

La pelipurpura sonrió ante el apodo.

–Hola preciosa, todo bien.

Abrilse dio la vuelta y ambas se vieron al cien por ciento, quedándose embobadas con la imagen que tenían en frente.

La muchacha se acercó a samy la abrazó.

–No puedo creer lo bella que eres.

samle devolvió el abrazo y le besó la parte de arriba de la cabeza.

Fueron en autobús a casa de rocio, llegando allí en quince minutos.

Entraron a la residencia , saludaron a todos y fueron recibidos a la cena, todo marchaba bien.

Abi convivió lo más que pudo con aldo, en realidad no era un mal chico, simplemente la chica era muy sobreprotectora con su amiga, pero le prometió que ya no lo sería más.

–Muy buen pie de limón, aldo. – dijo sonriéndole al probar el postre.

–Oh, gracias abril.

rociotambién sonrió, tomando y apretando la mano de su novio, dándole seguridad, un gesto muy lindo.

Las muchachas ayudaron a la anfitriona a recoger un poco después de que todos los demás invitados se fueron.

–Muchas gracias chicas.

–¡No hay de qué rocio! – exclamó sam con entusiasmo.

–¿Y tú cómo te vas? ¿Necesitas que te acompañen o...? – le preguntó Abril a aldo, haciendo que su mejor amiga y su compañera se quedaran en silencio.

–En realidad, hoy me quedo a dormir. – respondió algo sonrojado.

–Oh, pues que duerman bien. – Abril continuó recogiendo basura de la mesa.

Poco después la pelipurpura pensó en que sería mejor si lavase los platos, rápidamente sam quiso ayudarla, dejando a Aldo y a rocio recogiendo afuera en la sala.

–Yo lavo, tú enjuagas, ¿bien?

–Afirmativo. – respondió la menor colocando una de sus manos en su frente, estilo militar.

abrilrió ante la acción.

–Entonces... ¿cómo está mi linda enojona hoy?

–¡sam! – volvió a reír – no soy enojana.

–Claro que sí, pero al menos eres mi enojona.

–¡Basta! – la empuja a un lado con la cadera.

sam hace lo mismo.

–Pero eres linda, por dentro y por fuera, a pesar de eso.

–¿A pesar de que soy enojona?

–Ajá.

–Creo que ahora odio esa palabra... – suspira.

Terminan de fregar y abril apoya su cabeza en el hombro de sam.

–¿Todo bien princesa?

–Sí, es que aún no me creo esto.

–Ni yo, si te soy sincera. – besa el tope de su cabeza.

–Yo sí.

Ambas voltean a ver a la persona de la que proviene esa voz: Rocio.

And they were roommates [rivari adaptacion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora