Protégeme [Zayn Malik]

Capítulo 24: 'Nunca me alejaré de ti'

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Samanta se movió inquieta, mientras veía a su padre mirar incrédulo hacía donde se encontraba Zayn en bóxer.

— ¿Estas con él?—Preguntó Brent tartamudeando.

— ¿Qué haces aquí, Brent? —El padre de Samanta quitó la vista del moreno, y la dirigió a su hija, que lo estaba mirando con odio, y eso, lo estaba matando.

—Vine a verte...Hace dos semanas que no te veo... —Samanta suspiró, y se cruzó de brazos.

—Hace poco te pasaste dos meses sin verme, y cuando regresé ni siquiera me abrazaste...Así que ya puedes irte...Lo menos que quiero ahora es verte—Brent sintió como si alguien le hubiera golpeado el pecho.

—Necesito hablar contigo.

—Pero yo contigo no—Samanta dio un paso atrás, y le señaló la puerta—Vete, por favor... —

—Princesa, vine hasta New York para verte...Por favor, necesito que hablemos.

—Vete—Repitió ella más duramente. De repente, sintió unos brazos detrás de ella, y una respiración cerca de su oído.

—Cosita, déjalo que hable. Escúchalo—Brent frunció un poco el ceño, al ver como Zayn lo ayudaba. Samanta asintió, y se giró, rodeando la cadera de Zayn con su brazo.

—Si quieres hablar conmigo, tendrá que ser delante de él, si no, ya puedes irte.

—Puede quedarse, me da igual—Dijo Brent con una sonrisa—Yo solo quiero hablar contigo—Samanta asintió, y se fue hacia el sofá, tirando suavemente de la mano de Zayn.

Ambos se sentaron juntos en el sofá, y Brent se quedó delante de ellos, mirando fijamente a su hija.

—Puedes sentarte—Le dijo ella indiferente. Brent se sentó en el pequeño sofá que había delante, y le sonrió a su hija.

—Te veo bien—Samanta se rio irónicamente.

—No será gracias a ti—Zayn le agarró las manos, y ella se relajó un poco. Brent agachó la cabeza, y empezó a juguetear con sus dedos, estaba demasiado nervioso, y necesitaba calmarse.

—Sé que ahora mismo no quieres ni verme—Samanta asintió, mientras alzaba una ceja, y eso hizo que el corazón de Brent empezara a latir rápidamente—Pero necesito que entiendas que si no te lo dijimos...Fue para no lastimarte—Samanta respiró hondo—Rachel no...No puede tener hijos... —Samanta cerró los ojos—Cada vez que estaba contigo, se sentía mal, porque se recordaba a ella misma que nunca podría tener una hija propia—Brent levantó la cabeza, y miró como Samanta abría los ojos, y lo miraba fijamente—Y yo la amo demasiado, princesa...No quería verla sufrir así, por eso nos manteníamos un poco alejados...Pero eres mi hija—A Samanta se le aguaron los ojos—Y Jerry es tu abuelo...En eso no te mentimos...Tu madre...La verdadera—Brent cogió fuerzas—Se murió al dar a luz...Ella trabajaba en casa junto a Nora...Ellas dos se querían mucho, Nora la consideraba su hija...Por eso siempre te quiso a ti como su nieta...Nora sufrió mucho con su muerte, al igual que yo...Rachel me perdonó que la hubiera engañado con tu madre...Y me dijo que te querría como una hija...Al principio estaba feliz...Pero cuando empezaste a hablar, a llamarla mamá...Eso la destruyó por dentro, porque sabía que ella no era tu madre, y que tú tenías una, que aunque ya no estaba entre nosotros, era tu verdadera madre...Yo la veía sufrir, y me mataba por dentro... —

— ¿Por eso me tuviste toda la vida en colegios de interna no? —Brent asintió, mientras veía una lágrima bajar por la mejilla de su hija.

—Yo solo quería verla feliz...Ella te extrañaba cuando no estabas, créeme que lo hacía...Pero cuando venias por algunas vacaciones, o navidad, la veía cambiar su cara por una triste, y eso me mataba por dentro—Samanta se levantó bruscamente, mientras miles de lágrimas le nublaban la vista.