Ep. 42

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Hanamaru no supo en que momento sus piernas habían dejado de escucharla para empezar a moverse sin saber a dónde ir, simplemente siguiendo aquellos llantos que le llamaron la atención de gran manera. Entro de nuevo al pasillo del orfanato, tratando de no perder el rumbo dónde se escuchaban aquellos llantos, pero unos brazos la rodearon desde atrás con fuerza y le impidieron avanzar.

Dia:-Hanamaru, no-. (Dia murmuró suavemente, ella negó con la cabeza, empezando a sentir sus ojos llenarse de lágrimas).

Hanamaru:-E...El bebé-. (Se removió en los brazos de Dia, quién no la soltó en ningún momento, causando un llanto descontrolado en Hanamaru, quién simplemente se aferró a sus brazos).

La directora del orfanato miró un poco confundida del porque actuó de dicha manera, pero no dudo en llamar a una niña que parecía estar excluida de los niños, ella siempre le gustaba estar en una esquina, viéndolos jugar y divertirse sin ellos.

Sra. Takahashi:-Cielo, ¿ves a la señorita de allá?-. (La niña parpadeó repetidas veces, un poco confundida y miró hacia donde la directora señalaba, sus ojitos se abrieron un poco con sorpresa al ver a Hanamaru llorando, sentada en el suelo).

¿?:-Sí-.

Sra. Takahashi:-¿Podrías...Hacerle compañía? Cuéntale sobre tu colección de hormigas rojas-. (Pidió. La niña asintió y empezó a caminar hacia Hanamaru, quién parecía no querer dejar de llorar, pero se tranquilizó de repente al ver a una niña castaña, tez pálida, unos ojos grandes y muy expresivos, y una sonrisa de lado, mirándose amable).

¿?:-Hola, soy Kinako, ¿cómo te llamas tú?-. (Preguntó, mientras que Hanamaru sorbió su nariz y seco sus lágrimas rápidamente, formando una sonrisa para la pequeña, quién también se la regreso de manera amable).

Hanamaru:-S...Soy Hanamaru, un gusto pequeña-. (Hanamaru miró la sonrisa y la tranquilidad que había regresado al cuerpo de su esposa, soltándola, dejando qué empezará una plática amena con la pequeña niña).

Dia, sin perder de vista tanto a Hanamaru, como la pequeña, regreso junto a la directora Takahashi, la cual se encontraba mirándola con una sonrisa tenue, mientras mantenía sus manos entrelazadas en su regazo.

Dia:-Directora Takahashi, le pido una breve disculpa por lo que acaba de pasar con mi esposa-. (Kurosawa realizó una reverencia y miró a la mujer, quién le sonrió amable y siendo apacible).

Sra. Takahashi:-No se preocupe, he visto a muchas personas así, algunas vienen a adoptar y cuando ven a niños; se desviven en convivir con ellos...Así como su esposa-. (Señaló con la mirada a Hanamaru, Dia se giró y miró como su esposa sonreía mientras empezaba a realizar unas trenzas en el cabello a Kinako, quién movía sus labios, quizás contándole algo divertido o alguna vivencia).-La mayoría de la mujeres que adoptan, han perdido a sus bebes o les han arrancado la ilusión de ser madres-. (Comentó la directora, llamando demasiado la atención de Dia).

Dia:-Pero, ¿no es dañino para el niño vivir con una mujer que ha perdido un bebé?-. (Pregunta sin darse cuenta).

La directora le sonrió amable al darse cuenta de su mirada de preocupación al dar entender su situación.

Sra. Takahashi:-Tranquila señora Kurosawa, no diré absolutamente nada, confié en mí; por otro lado y respondiendo a su pregunta, no es dañino para la mujer, de ninguna manera, incluso es algo muy importante y necesario, aunque usted no lo crea, pues todo el amor, protección y sentimiento e madre, es suprimido al perder un hijo, por lo tanto, al adoptar, expandes todos tus sentimientos y los dejas ser libres con el niño o niña que adoptes, brindándole todo aquel sentimiento que reprimiste-. (Su mirada se posó en Hanamaru quién acariciaba con delicadeza el cabello de la niña, la cual parecía estar muy cómoda con ella y su tacto en el cabello).

Ambas se quedaron calladas, mirando a Hanamaru y a la niña, ambas congeniaban a la perfección.

Del pasillo, aparecieron dos mujeres, cada una cargaba a dos bebés idénticos, siendo ellos los dueños de los llantos de hace un momento, Hanamaru la escuchar un balbuceó incoherente, rápidamente alzó la cabeza y su mirada se enterneció por ambos bebés, dejo un beso en la cabeza de Kinako y se levantó, caminando hacia los bebés.

Dia, al ver esto, quiso correr a tratar de apartarla, pero una mano en su brazo se lo negó, Dia miró a la directora, quién la había tomado de su brazo; ella negó con la cabeza.

Sra. Takahashi:-Mira eso-. (Dia giró hacia Hanamaru, quién ya tenía en brazos a un bebé y el otro, estaba frente a ella, le sonreía y acariciaba la mejilla como si fuera suyo).-No les hará nada, ella está bien con eso, tranquila-. (Los músculos tensos de Dia, se fueron relajando, encontrando la escena tan perfecta y sublime a sus ojos).

Y entonces, una idea llegó a su cabeza, dejándola salir sin pensar.

Dia:-Quiero adoptar-.

Continuará..........

365 días de sadomasoquismo- (DiaMaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora