Sabía que mi padre era un imbécil, pero arruinarle la vida a su propia hija era ya una mierda demasiado exagerada.
Luego de su muerte hace tan solo dos meses me dediqué a resolver los problemas financieros que había dejado, demasiadas mierdas a causa de su vicio con el alcohol y los juegos de azar, sin embargo, es evidente que ese no fue el peor problema que me dejó.
—¿Por qué mierda eso es una cláusula?
—No tengo idea, pero es la única condición que tu padre ha puesto y lo mínimo que puedo hacer es cumplirla —Miro al abogado de la familia, también era un gran amigo de mi padre, pero es jodidamente estúpido que, aun cuando ya ha hecho cosas peores, quiera empeñarse en que se cumpla esa estúpida condición en el testamento.
—George, por Dios, sabes que ella necesita un familiar ahora y sabes perfectamente que no puedo hacer eso tan pronto.
—Ya ignoré una condición importante, Abraham, lo mínimo que puedo hacer es respetar esa.
—¿Cuál era esa?
—No tan importante —Levanto las cejas, pero él solo sacude la cabeza para hacer alarde de su discreción con el tema. No pregunto nuevamente, sobre todo porque no quiero agregar otro problema a la estúpida ecuación ahora.
—George, no puedo simplemente pedirle matrimonio a una persona al azar en la calle —reviro pasando una mano por mi cabello mientras levanto la vista al techo demasiado alto de su oficina.
—No, pero es lo único que necesitas, una esposa, si realmente quieres obtener su custodia tienes que hacerlo, de lo contrario dentro de cinco meses ella pasará a un centro de adopción —Llevo mis dedos al tabique de mi nariz sintiendo la rabia arrastrarse bajo mi piel.
Ni siquiera he pasado mucho tiempo con esa niña, apenas la conocí hace tres meses antes de que mi padre muriera, pero no puedo hacerle esto sabiendo que llevamos la misma sangre en las venas.
No es un secreto lo que puede sucederle a una niña de seis años en un centro de adopción, sobre todo no es muy segura la posibilidad de que caiga en manos de una buena familia. Y podría esperar a que eso suceda para solicitar adoptarla teniendo en cuenta que no aparece como mi hermana en ningún documento antiguo, pero eso es un proceso largo y tedioso, mucho más que estresante para ambos.
—George...
—No te estoy pidiendo que te cases por amor, evidentemente no va a suceder en mucho tiempo, y sé que tú eres lo mejor para esa niña.
—¿Entonces por qué te empeñas en ponerme trabas?
—No lo hago, créeme, yo también quiero lo mejor para ella, pero lo mínimo que puedo pedirte es que cumplas lo que tu padre pidió expresamente en el testamento —Muerdo mi lengua para evitar gritarle que él no tiene idea de las estupideces que hizo mi padre.
Esa es una de ellas.
Engañó a mamá con una desconocida y adicta, ahora quiere que, para obtener la custodia de la niña, sea una familia, un matrimonio. No voy a cansarme de repetir lo estúpido que suena eso, sobre todo porque ella es mi hermana, no mi hija, no tiene sentido pedirme un matrimonio como si fuese a adoptarla.
—No puedo conseguir una esposa en cinco meses, George —insisto presionando mis dedos contra mis sienes.
—No una esposa por amor, pero puedes conseguir una.
—¿Así que esperas que me arriesgue a unir mi nombre con el de una desconocida que incluso podría hacerle daño a Lindsay solo porque no quieres anular una cláusula estúpida que dejó mi padre allí?
—Abraham, no puedo hacer nada para revocar eso —suspira derrotado—. Pero puedo hacer algo para que no tengas que estar casado por más de uno o dos años.
—¿Sabes cuánto sufrimiento podemos obtener esa niña y yo con una desconocida en la misma casa por dos años? —George resopla y rueda los ojos, gesto que lo hace lucir más joven de lo que en realidad es.
—Escucha, está en tus manos ahora, hice lo que pude, pero tampoco puedo ignorar por completo la palabra de tu padre...
—Un alcohólico enfermo con los juegos que solo dejó deudas —enfatizo antes de que pueda continuar.
—Tampoco está pidiendo nada exagerado.
—Un matrimonio es algo exagerado, él sabía que yo no tenía ni tengo planes de casarme en mucho tiempo más —replico llevando mis dedos a mi barbilla mientras levanto una de mis cejas, él sacude la cabeza.
—No lo es —insiste mientras pasea sus dedos sobre la incipiente barba en su rostro—. ¿De verdad te interesa tener su custodia o estás poniendo peros porque no quieres tenerla? Si es así dímelo ahora y la envío directamente a la casa de...
—Ella no va a dar un paso dentro de un maldito lugar como ese —siseo sintiendo mi cuello tensarse, George suspira mientras yo me pongo de pie y abandono su oficina sintiendo la rabia arrastrarse bajo mi piel.
Una esposa, un matrimonio.
Pero ¿Cómo mierda iba a conseguir eso tan pronto?
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El favor más dulce
Romansa+18 | Cuando su padre murió Abraham sabía que vendrían muchos problemas, sin embargo, no se imaginaba que uno de ellos tenía seis años y su mismo apellido. Cuando la madre de esa niña-su hermana- también termine abandonándola él no tiene corazón par...