—¿Qué haces?
—¿Ah? —Levanto la vista hacia Heather guardando mi celular en el bolsillo de mi chaqueta azul, dejo mis manos dentro de ellos mientras caminamos por el pasillo hacia el estacionamiento.
—Pasaste toda la mañana mirando tu celular y la hora, hasta la instructora se dio cuenta de eso —Hago una mueca con mis labios.
—¿Lo hizo?
—Por supuesto que lo hizo, probablemente pensó que tendrías alguna emergencia y por eso no dijo nada —Mi celular vibra y vuelvo a sacarlo esperando algún mensaje de Abraham en pánico por cualquier asunto con Lindsay, pero es solo un mensaje de mi hermano—. ¿Qué es lo que pasa contigo?
—Lindsay se fue a la oficina con Abraham —murmuro guardando el celular otra vez antes de llevar una mano a mi cabello.
—¿Y?
—Y ella no se ha acostumbrado a él, no estoy segura de que esa misión sea todo un éxito, o tal vez lo fue porque no me llamó, ni nada —divago mirando alrededor, el centro de los pabellones cuadrados del edificio es un jardín con bancas y un césped perfectamente verde brillante, cuidado y natural.
—Sigo sin saber dónde está el problema, es su hermano, él debería saber cómo lidiar con ella estando solo. ¿qué hubiera pasado si no aceptabas vivir con él? —Muerdo el interior de mi mejilla—. Y no tienes ni siquiera una semana con ellos, ¿crees que no se acostumbró a él como lo hizo contigo en dos días?
—No es eso, es que es obvio que ella tiene problema con los hombres y...
—Y él es su hermano, tendrá que acostumbrarse a confiar en él —replica Heather levantando un hombro—. De hecho, deberías dejarlos solos más tiempo porque ¿qué sucederá cuando ustedes se divorcien?
—Tendrá casi ocho años, lo entenderá mejor que ahora —Juego con mi llavero haciéndolo girar en mi dedo—. Como sea, tengo que irme ahora.
—¿A dónde? ¿No iremos a comer algo?
—No, recuerda tu dieta de no dulces, ni comida chatarra.
—Sabes que eso era una mentira —Se queja y yo sacudo la cabeza, tirando de su brazo por el estacionamiento hasta llegar a mi auto.
—No era una mentira, ni siquiera puedes correr, Heather.
—Eso es mentira, no he engordado nada.
—Estar delgada no es sinónimo de estar sana, así que espero mañana me envíes los resultados de esos análisis y que sean verídicos, no algo que te inventaste para que te deje comer todo lo que pasa por delante de ti —Ella suelta un sollozo dramático mientras coloco el cinturón de seguridad en su lugar.
—Eres una dictadora, a partir de esta semana romperé nuestro contrato de amistad —Se queja encendiendo su celular mientras pongo el auto en marcha.
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El favor más dulce
Romance+18 | Cuando su padre murió Abraham sabía que vendrían muchos problemas, sin embargo, no se imaginaba que uno de ellos tenía seis años y su mismo apellido. Cuando la madre de esa niña-su hermana- también termine abandonándola él no tiene corazón par...